Jorge Capitanich, gobernador del Chaco, inauguró un jardín de infantes en la localidad de Taco Pozo con una artimaña política poco ética. El video que se hizo viral en las redes muestra al dirigente junto con niños y niñas levantando carteles con frases como «Cristina es amor» y «Coqui es amor». El repudio fue generalizado.
«Inauguramos el Centro de Desarrollo Infantil acá en Taco Pozo una de las obras realmente importantes que va a significar la contención para los niños de la primera infancia de 45 días a 6 años de edad. Los niños son los que hacen el corte de cinta inaugural con la presencia del gobernador y el intendente», comentó el locutor que presentaba la obra política. El video fue grabado por un anónimo que lo subió a Twitter.
«Solo los dictadores hacen estas barbaridades», expresó un cibernauta enojado por la postura de Jorge Capitanich, que buscó sacar provecho político de un acto que es su obligación como representante del Estado: garantizar las vacantes necesarias para que todos los chicos puedan disponer de la educación pública. Los comentarios no terminaron y las redes continuaron su descargo contra el dirigente kirchnerista.
«Es el paparulo que inauguró una canilla con cobertura mediática, que saludó a la cabeza de un maniquí, que recibió una paliza de un adolescente. Siempre se puede ser más rastrero», comentó otro usuario ofuscado por el uso político de los niños y niñas. Otros compararon la escena con el fascismo, donde los más pequeños eran adoctrinados con la ideología que pregonaba el dictador Benito Mussolini.
Otro ejemplo poco ético similar al de Capitanich
En las redes no dudaron de comparar el caso con otros dirigentes de izquierda. El caso de Patricia Cubria, la mujer de Emilio Pérsico, que actualmente es secretario de Economía Social a nivel nacional, también utilizó a los chicos de barrios vulnerables para alzar un afiche con su cara y nombre mientras regalaba juguetes con el dinero del Ministerio de Desarrollo Social.