En la tarde del domingo, Chile votó por su nueva constitución promulgada por Gabriel Boric. Los ciudadanos y ciudadanas acudieron para elegir entre aprobar o rechazar la nueva Carta Magna y cerca del 63% de los chilenos decidió rechazarla. De esta manera, seguirá vigente la creada por Augusto Pinochet en 1980, durante la dictadura militar.
Cerca de las 21:00 (hora argentina) se alcanzó el 72% de las mesas escrutadas y las diferencias son amplias a pesar de que en un principio la aprobación comenzó a la cabeza. Frente a este resultado, se espera que el mandatario trasandino brinde una cadena nacional sea cual sea el resultado puesto que una de sus promesas de campaña fue modificar la constitución.
En la nueva Carta Magna se agregaban un nuevo abanico de derechos sociales como punto más destacado y si bien el 80% de los chilenos pidió un cambio constitucional, no comparten estas adhesiones incorporadas. Ahora comenzará un nuevo proceso constituyente en Chile según prometió Boric pensando en los próximos años.
Las repercusiones en Argentina
Ante este resultado, dirigentes políticos opositores al socialismo celebraron el voto popular y las condiciones en las que se llevó adelante la votación. «Una Constitución es un acuerdo consensuado, no la imposición de unos sobre otros. En Chile prevaleció la sensatez. Queda abierta la oportunidad de dictar leyes inmediatas y pensar en una futura reforma constitucional para consolidar el progreso y la justicia en el país hermano», afirmó Mauricio Macri.
Por otra parte, Javier Milei resaltó que «el pueblo chileno ha logrado evitar que avance en su País las ideas socialistas al rechazar ese panfleto liberticida que tenía patina de una nueva Constitución. Ganó la vida, la libertad y la propiedad privada. Hoy ganaron los chilenos de bien». Además La Libertad Avanza, su partido, también festejó el rechazo vía Twitter.