Al menos nueve personas murieron a causa de las lluvias torrenciales e inundaciones registradas durante la noche del jueves en la región de Le Marche, en el centro de Italia. Según informaron las autoridades, los equipos de rescate seguían buscando a cuatro personas desaparecidas.
En Cantiano, un pueblo cercano a la vecina región de Umbría, los residentes limpiaban el barro de las calles, después de que los torrentes arrasaran varias localidades dejando un rastro de coches atrapados y dañados. «Mi frutería ha quedado patas arriba», dijo a Reuters Luciana Agostinelli, una residente local.
En dos o tres horas cayeron unos 400 milímetros de lluvia, según la agencia de protección civil, un tercio de la cantidad que se suele llover en un año. «Fue como un terremoto», expresó Ludovico Caverni, alcalde de Serra Sant’Abbondio, otro pueblo afectado por las inundaciones.
El jefe de la agencia nacional de protección civil, Fabrizio Curcio, se reunió con las autoridades locales en Ancona, la capital de Le Marche, para evaluar los daños. Paola Pino d’Astore, experta de la Sociedad Italiana de Geología Ambiental (SIGEA), explicó a Reuters que las inundaciones se debían al cambio climático y no eran fáciles de predecir.
«Es un fenómeno irreversible, una muestra de lo que será nuestro futuro», agregó. Unos 300 bomberos están actuando actualmente en la zona y han rescatado a decenas de personas que se habían subido a los tejados y a los árboles durante la noche para escapar de las inundaciones, dijo el cuerpo de bomberos.
Stefano Aguzzi, jefe de protección civil del gobierno regional de Le Marche, manifestó que el aguacero fue mucho más fuerte de lo que se había previsto. «Nos han dado una alerta normal de lluvia, pero nadie esperaba algo así», expresó a los periodistas.
