La primera aparición pública de la vicepresidenta Cristina Kirchner hizo mella en todo sentido. En lo que respecta específicamente a Jonatan Viale, el periodista hizo más énfasis en su nueva era «mística», según la definió él. En el discurso que duró alrededor de 20 minutos, la expresidenta no solo pidió que recen por ella, sino que se reunió con curas villeros y representantes religiosos de barrios populares.
La propia Cristina Kirchner admitió que se hacía valer de las palabras del Papa Francisco para pedir que oren por ella, tras decir «estoy viva por Dios y por la Virgen». El politólogo opositor, en su columna de Radio Rivadavia, recordó cómo el propio kirchnerismo arremetió contra Jorge Bergoglio cuando fue electo Papa. Estela de Carlotto, por ejemplo, sostuvo en 2013 que representaba lo más oscuro de la Argentina. La expresidenta, en tanto, criticó a la Iglesia Católica cuando estaba en discusión la Ley de Matrimonio Igualitario.
Incluso, la biografía del Papa Francisco, escrita por Antonio Spadaro, expone que Néstor Kirchner «no lo soportaba» y que «las relaciones eran muy tensas». «¿De verdad crees que Cristina ahora es fan de Bergoglio?», cuestionó duramente Jonatan Viale, quien destacó el tono angelical con el que se mostró, rodeada de personalidades religiosas.
«Ahora, ¿hay que rezar por una persona que cobra 4 millones de pesos por pensión vitalicia mientras los jubilados ganan 40.000 pesos? ¿Hay que rezar por una persona que el año pasado hizo 21 vuelos privados a Santa Cruz mientras la gente viaja en el Roca? ¿Hay que rezar por una persona que tiene 120 custodios mientras que a vos te pueden matar por un par de zapatillas? ¿La importante es Cristina o somos nosotros?», puntualizó.
De esta manera, preguntó: «¿Por qué, en vez de ponerse a rezar, no se ponen a gobernar? Estamos ante una etapa de victimización clásica de Cristina. La pregunta es si la sociedad argentina se come este relato. Yo creo que no«, sostuvo al recordar sus malos tratos con Oscar Parilli y otros funcionarios, entre ellos, el presidente. «La dialoguista no existe. Si ustedes lo quieren creer, allá ustedes«, señaló.