El Kremlin y la Casa Blanca cruzaron acusaciones en el Consejo de Seguridad de la ONU realizada por la situación en Ucrania, en medio de la tensión renovada por los referendos que se celebrarán desde este viernes en cuatro provincias ucranianas ocupadas para decidir si se incorporan a Rusia.
Al compartir reunión, el secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, instó a la comunidad internacional a hacer rendir cuentas a Moscú por la guerra. Por su parte, el canciller ruso, Serguei Lavrov, denunció que las potencias occidentales «han estado cubriendo los crímenes del régimen de Kiev», informó Télam.
«No podemos dejar al presidente (ruso Vladimir) Putin que se salga con la suya», declaró Blinken. «El orden internacional que aquí tratamos de salvar está siendo destrozado ante nuestros ojos», agregó. También denunció la reciente escalada tras el anuncio de la celebración de referendos de anexión en cuatro provincias ucranianas bajo control ruso.
«Que el presidente Putin haya decidido esta semana, cuando la mayoría de los dirigentes del mundo están reunidos en la ONU, echar nafta al fuego que encendió demuestra su desprecio total por la Carta de Naciones Unidas», expresó. Lavrov rechazó las acusaciones sobre crímenes en Ucrania. Pidió que se castigue más bien al gobierno de Kiev apoyado por las potencias occidentales.
«Estados Unidos y sus aliados, con la connivencia de las organizaciones internacionales de derechos humanos, han estado cubriendo los crímenes del régimen de Kiev», acusó el funcionario del Kremlin. «Kiev debe su impunidad a sus socios occidentales», afirmó el canciller ruso.
El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió al Consejo de Seguridad investigar el «catálogo de crueldades» perpetrado en las zonas ocupadas. «Los informes son un catálogo de crueldades: ejecuciones sumarias, violencia sexual, tortura y otros tratos inhumanos y degradantes contar civiles y prisioneros de guerra», dijo.