Gustavo Sylvestre, periodista y conductor de TV, manifestó desde Brasil que el triunfo en primera vuelta de Lula da Silva frente a Jair Bolsonaro fue un sabor amargo, porque se esperaba una victoria holgada y ahora deberán definir la presidencia en un ballotage. La diferencia entre ambos candidatos es de un poco más de 5 millones de votos y en la instancia final deberán pelear por 13 millones de brasileños, quienes decidieron no votar a ninguno de los dos en la primera fase.
«Brasil se despierta sorprendida por un resultado que ninguna encuesta le daba a Jair Bolsonaro, pero no hay que dejar de remarcar que ganó Lula da Silva la primera vuelta electoral. Este es el sabor amargo que a veces dejan las elecciones cuando las sociedades se expresan. Ahora, hay que ir a una segunda vuelta y 5 millones de votos separan a Lula de Bolsonaro», señaló Sylvestre en Radio 10.
«Hay un voto oculto o vergüenza que no se animaba a decir que iba a votar por Bolsonaro. El equipo de Lula quería que ganara en primera vuelta, porque saben que Bolsonaro tiene todos los fierros… obviamente ganó Lula en primera vuelta. Hay que tener en cuenta que Lula a los 77 años y después de haber vivido una tremenda persecución política mediática y judicial vuelve a arañar la posibilidad de ser presidente por tercera vez», expresó el exconductor de A Dos Voces.
«Bolsonaro está en el poder y sabemos que está dispuesto a todo. Hay 13 millones de votos para salir a pescar y ahí es donde no hay que descuidarse ni un minuto. La decepción es que casi por un punto no tenés la posibilidad de ganar en primera vuelta y no ir al ballotage. Ayer eran las 9 de la noche y el final seguía siendo totalmente electrizante», afirmó el actual conductor de C5N.
«En San Pablo y en Río de Janeiro también ganó Bolsonaro. En el último debate, Lula no estuvo bien», concluyó el periodista que también trabajó en el canal América TV entre 2011 y 2014. Por ahora, Chile y Colombia decidieron votar un presidente de izquierda y Sylvestre espera que se reproduzca un escenario similar con el triunfo de Lula en Brasil.
