Una investigación en los gasoductos Nord Stream 1 y 2, que van de Rusia a Europa, reforzó las sospechas de un «grave sabotaje» que implica detonaciones, informó este jueves el Servicio de Seguridad de Suecia. Las autoridades suecas y de Dinamarca han estado investigando cuatro fugas de los conductos que atraviesan el Mar Báltico la semana pasada.
Europa, que se enfrenta a una crisis energética tras la invasión rusa de Ucrania, está investigando la causa de los daños, mientras Moscú trata de culpar a Occidente, sugiriendo que Estados Unidos salió ganando. Washington niega cualquier implicación en las detonaciones en las tuberías.
Los operadores de los gasoductos informaron que no pudieron inspeccionar las secciones dañadas debido a las restricciones impuestas, que habían acordonado la zona. «Tras completar la investigación en el lugar de los hechos, el Servicio de Seguridad sueco puede concluir que se han producido detonaciones cerca de Nord Stream 1 y 2, dentro de la zona económica sueca», dijo el Servicio de Seguridad sueco.
El Kremlin dijo este jueves que fue informada por vía diplomática de que no podía unirse a la investigación. «Por el momento, no hay planes de pedir a la parte rusa que se una a las investigaciones», expresó el portavoz presidencial, Dmitry Peskov. Además añadió que Moscú respondió que no es posible llevar a cabo una investigación objetiva sin su participación, informó Reuters.
Por otra parte, los países europeos trataban de tranquilizar a los consumidores de que tendrán energía según se acercan los meses de frío. Desde el grupo energético Eni afirmó que Italia tendrá sus almacenes de gas casi llenos de cara al invierno boreal. El año pasado, el país obtuvo el 40% de sus importaciones de gas de Moscú y Eni fue el mayor importador de gas ruso del país.