Este miércoles, un misil balístico de Corea del Norte cayó a menos de 60 kilómetros de la costa de Corea del Sur. Es la primera vez que un aparente ensayo aterriza cerca de las aguas surcoreanas, lo que llevó a Seúl a emitir avisos inusuales de ataque aéreo ya lanzar misiles en señal de protesta.
El misil cayó fuera de las aguas territoriales de la nación asiática, pero al sur de la línea de límite norte, una disputada frontera marítima intercoreana, en lo que el presidente surcoreano Yoon Suk-yeol calificó de «acto efectivo de invasión territorial».
Aviones de guerra surcoreanos dispararon tres misiles aire-tierra en el mar al norte de la línea de límite norte, en respuesta, informó el ejército del Sur. El arma norcoreana fue uno de los tres misiles balísticos de corto alcance disparados desde la zona costera norcoreana de Wonsan hacia el mar, explicó, el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur.
«Oímos la sirena sobre las 8:55 de la mañana y todos los que estábamos en el edificio bajamos al lugar de evacuación en el sótano», dijo a Reuters un responsable del condado de Ulleung. «Nos quedamos allí hasta que subimos hacia las 9:15 tras escuchar que el proyectil había caído en alta mar», agregó.
Corea del Norte, que cuenta con armamento nuclear, ha probado un número récord de misiles este año. Los responsables de Seúl y Washington dicen que el Norte ha completado los preparativos técnicos para llevar a cabo una prueba de arma nuclear por primera vez desde 2017.
Los lanzamientos se producen pocas horas después de que Pionyang exigiera a Estados Unidos y Corea del Sur el cese de las maniobras militares a gran escala, afirmando que esa «temeridad y provocación militar no puede seguir siendo tolerada».