Este viernes, el papa Francisco rechazó desde Bahréin la formación de «zonas de influencia y bloques contrapuestos» por parte de las potencias y renovó su pedido para que se abran «negociaciones serias de paz» entre Rusia y Ucrania. También pidió al mundo no olvidar la «brecha en constante y dramático crecimiento» entre el norte y el sur.
«Deseamos que las disputas entre Oriente y Occidente se resuelvan por el bien de todos, sin desviar la atención de otra brecha en constante y dramático crecimiento, la que se da entre el Norte y el Sur del mundo», pidió el pontífice al cerrar el Foro de Diálogo entre Oriente y Occidente, replicó Télam.
En su discurso, el pontífice deseó así «que la aparición de los conflictos no haga perder de vista las tragedias latentes de la humanidad, como la catástrofe de las desigualdades, por la que la mayor parte de las personas que pueblan la tierra experimenta una injusticia sin precedentes».
«Hoy nos encontramos ante dos mares de sabor opuesto: por una parte, el mar calmo y dulce de la convivencia común. Por otra, el mar amargo de la indiferencia, ensombrecido por conflictos y agitado por vientos de guerra, con sus olas destructoras cada vez más turbulentas, que amenazan con arrastrarnos a todos. Y, lamentablemente, Oriente y Occidente se asemejan cada vez más a dos mares contrapuestos», admitió Francisco durante su discurso.
«Nosotros, en cambio, estamos aquí reunidos porque queremos navegar en el mismo mar, eligiendo la ruta del encuentro y no la del conflicto, la vía del diálogo indicada por este Foro», contrapuso luego. El Papa llegó el jueves a Bahréin para una visita de cuatro días al país de mayoría musulmana. Este viernes mantendrá encuentros con autoridades islámicas y con la comunidad católica local.