A pesar del paso del tiempo, la tensión en Europa continúa porque entre Rusia y Ucrania no han cesado con el fuego. La situación es cada vez más preocupante y no solo por las víctimas fatales y los daños a nivel mundial, sino porque la amenaza de una guerra nuclear es cada vez más grande. Ante esta alarma, un argentino tuvo que intervenir para tratar de poner un freno.
Se trata de Rafael Grossi, titular de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) que es el máximo organismo del planeta en esta área. Ante el fuego cerca de la central de Zaporiyia, el funcionario tuvo que aparecer para cumplir un rol de mediador entre Voldímir Zelenski por el lado ucraniano y Vladimir Putin por el sector ruso.
«Son misiones necesarias, indispensables, porque tenemos una situación muy frágil, muy precaria en la central de Zaporiyia y estamos con una serie de propuestas que les he hecho a ambos presidentes tratando de avanzar. No es fácil, evidentemente. Hay una guerra. Son dos países en guerra y hay que tratar de encontrar la bisectriz para proteger esa planta», aseveró Grossi.
En este mismo sentido, reconoció que «fueron reuniones intensas«. Sin embargo, aclaró que todavía no llegó a su objetivo «que es a algún tipo de acuerdo y estoy avanzando. Pero fueron reuniones útiles en cuanto a que revelan que ambos presidentes están dispuestos con el organismo para lograr algún tipo de acuerdo. Lo cual es muy importante», indicó el argentino, según NA.
¿Qué tan grave es la guerra nuclear?
De desatarse una guerra nuclear entre Rusia y Ucrania, el organismo que preside Grossi afirma que podría ser hasta 10 veces más grave que la explosión de Chérnobyl. Además, reconoció que «hay un riesgo real. La central está muy fragilizada, está siendo atacada y hay que protegerla» para preservar la vida de millones de personas.