España ha reforzado la seguridad en los edificios públicos y diplomáticos tras el envío de una serie de cartas bomba a objetivos como el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y la embajada de Ucrania, causando heridas leves a un agente ucraniano.
El ministerio del Interior explicó este jueves que el 24 de noviembre se recibió un «sobre con material pirotécnico» dirigido a Sánchez. El mismo fue desarmado por su equipo de seguridad. El artefacto era «similar» a los paquetes posteriores recibidos por la embajada ucraniana y una empresa de armas española el miércoles, según el ministerio.
También se interceptó un artefacto en la base aérea española de Torrejón de Ardoz en la madrugada de este jueves. Un quinto artefacto fue recibido en el ministerio de Defensa español este jueves por la mañana y desactivado por agentes de policía especializados.
Una fuente familiarizada con la investigación dijo a Reuters que los artefactos enviados a la oficina del jefe del Gobierno, la embajada de Ucrania, la base aérea y el fabricante de armas estaban en sobres marrones similares y dirigidos a los responsables de cada institución. Contenían pólvora suelta con un mecanismo de ignición eléctrico que hacía que la pólvora ardiera, en lugar de explotar, dijo la fuente.
Se ha pedido al servicio postal de Correos de España que colabore en un control previo de todos los sobres similares, añadió la fuente. La Audiencia Nacional de España, especializada en terrorismo, ha abierto una investigación, explicó una fuente judicial. El artefacto enviado a la embajada ucraniana fue recibido el miércoles al mediodía y explotó al ser abierto por un agente de seguridad.
