Cada vez son más figuras del PRO las que aspiran a suceder a Horacio Rodríguez Larreta en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. En este caso, se trata de un “tapado”: el vicepresidente de la Legislatura porteña y diputado del bloque oficialista, Emmanuel Ferrario. Ferrario confirmó este jueves su precandidatura de cara a las elecciones de 2023 al afirmar que va a “liderar la renovación del PRO en la Ciudad”.
Joven referente de la denominada “Generación del 23”, Ferrario trabajó junto a la actual diputada nacional María Eugenia Vidal en la gestión bonaerense. Desde 2019, se desempeñaba en el Gobierno porteño, hasta que en 2021 lo eligieron como legislador por el oficialismo local. De esta manera, Ferrario es el cuarto dirigente del PRO que se postula para continuar al frente de la gestión porteña que Rodríguez Larreta dejará porque aspira a la Presidencia de la Nación.
Ya lo habían hecho los ministros Jorge Macri, Fernán Quirós y recientemente Soledad Acuña. Al respecto, Ferrario sostuvo en declaraciones a La Nación + que la definición de candidatos se resolverá en las PASO de la alianza gobernante y llamó a “desdramatizar este tema porque es parte de lo que promueve el sistema democrático y es muy sano tener la posibilidad de ofrecer distintas alternativas”.
Asimismo, consideró que “la Ciudad está buenísima para vivir”. “A mí me encanta vivir en Buenos Aires, pero creo que es el momento de dar el salto a futuro y ahí es donde la renovación juega un rol muy importante”, agregó. En ese sentido, destacó algunas de las bases de su propuesta electoral, entre ellas, “trabajar para que la Ciudad tenga una mejor convivencia: el tránsito, la basura, las mascotas en la calle, cuestiones que tienen que ver con una Ciudad con más acceso y mejores oportunidades”.
Asimismo, indicó que “a pesar de toda la transformación que hicimos, si nacés en ciertos barrios, si sos mujer, si sos de la tercera edad o si sos gay, no accedés a las mismas oportunidades. Todavía falta, y creo que eso debería ser una prioridad del próximo gobierno”. Por otra parte, sostuvo que “Argentina tiene que dejar la grieta atrás” porque “la polarización se volvió tóxica”, y evaluó que “hay que entender que nuestro país necesita acuerdos y diálogo, ponernos de acuerdo en cosas básicas”.
Por otra parte, Ferrario recordó lo difícil que fue hablar sobre su sexualidad con su familia y destacó: “Siempre supe que era gay, pero me costó muchísimo poder hablarlo con mis padres. Recién pude hacerlo a los 29 años. Fue muy duro, muchas horas de terapia”. “Lo cierto es que mis papás son unos genios. Mi vieja, cuando se lo conté, me dijo algo que me partió la cabeza: ‘Fuimos cómplices del silencio todos estos años’”, valoró.