La Argentina viene de días más que festivos luego de la obtención del Mundial en Qatar, y con el paso de las horas se van conociendo detalles de lo que fue sucediendo internamente en la concentración del equipo de Scaloni. Una situación bastante particular que se dio fue la lesión de Papu Gómez, quien no jugó más a partir de octavos de final.
Apenas unos minutos después de que comenzó el segundo tiempo del partido contra Australia, el hombre del Sevilla sintió una molestia y se tuvo que retirar. Desde entonces nunca más estuvo a disposición del entrenador pese a que se dijo que tenía un esguince de tobillo. Finalmente fue la mamá del atacante quien confirmó la verdadera lesión.
“No pudo seguir jugando. Se rompió un ligamento del tobillo, fue terrible. No lo tienen que operar porque fue superficial. Tiene para cuatro semanas o algo así, no sé bien porque no entiendo mucho”, comentó Mónica, revelando así por qué Papu no pudo ser parte de ninguno de los últimos tres partidos del Mundial, aunque aclaró que no es un asunto de gravedad.
Luego de la victoria ante Australia Papu Gómez comentó cómo se sintió en el momento de la lesión, que en ese momento solo parecía ser un esguince que se podía solucionar con una infiltración. “Me quería matar porque me doblé el tobillo feo y no podía seguir mucho más. Prefería que entre otro chico que esté mejor que yo. Es un esguince, quedan varios días para recuperar y va a estar todo bien”, explicó.
Mónica reflejó cuál fue la actitud que tomó el atacante ante la noticia de su dura lesión. “Por más que intentó, no llegó. Le hicieron de todo para que pudiera, pero no pudo llegar. Al principio, fue una tristeza enorme porque queríamos verlo jugar y él también quería, obviamente. Pero bueno, después dijo ‘Bueno, ya está, me conformo con estar acá y vivir todo esto’, apoyar desde donde podía a sus compañeros”, sentenció en AM950.
