Alberto Fernández confirmó que estará presente el 1 de enero en la ceremonia de iniciación del presidente electo de Brasil, Lula da Silva, y será acompañado por el Canciller argentino, Santiago Cafiero, y posiblemente por la primera dama, Fabiola Yánez. En Brasilia, Fernández serán recibido por el embajador argentino, Daniel Scioli. No se descarta, la participación del expresidente de Uruguay, José Pepe Mujica que viajaría en el avión de la comitiva de los dirigentes argentinos.
«La llegada de Lula puede ayudar en volver a unir al continente, donde la globalización está en tela de juicio y adquiere otro significado. En la Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños (Celac) faltaba la presencia de Brasil», expresó Fernández en declaraciones citadas por la agencia Télam. El mandatario argentino espera que Brasil vuelva a la Celac y pueda participar de la primera cumbre del 2023 de esta organización, que será el próximo 24 de enero en Buenos Aires.
«Es todo un símbolo, y un símbolo de lo que se logró en términos de agenda internacional», señaló Cafiero con optimismo, bregando por la continuidad de políticas progresistas y de izquierda en América Latina. La amistad entre ambos presidentes se fortaleció en 2019, cuando Fernández visitó a Lula en la cárcel Curitiba.
De hecho, el presidente brasileño piensa enviar un embajador de renombre y con fuerte peso político a la Argentina como embajador. Los rumores apuntan a que podría ser Dilma Rousseff, expresidenta de Brasil. Por otra parte, se espera que en la reunión de la Celac haya acuerdos de integración económica, particularmente en materia energética entre Brasil y Argentina.
Argentina busca ingresar al mercado del BRICS
«Con Lula tendremos un activista para que Argentina entre al BRICS», aseguró Fernández hablando sobre la coalición de naciones que está conformada por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que representa un tercio de la economía global y aporta un 50% al crecimiento del producto bruto del mundo. El gran objetivo es volver a unir a la región como fue durante la presidencia de Néstor Kirchner y luego de Cristina, donde había fuertes lazos con países de Latinoamérica con ideas progresistas como Bolivia, Ecuador, Brasil, Uruguay y Venezuela.