Después de tres años y múltiples marchas, el 2 de enero comenzará el juicio contra los rugbiers por el crimen de Fernando Báez Sosa, ocurrido el 18 de enero de 2020. Además de ser el homicidio más grabado de la historia argentina, debido al importante rol de las cámaras de seguridad y de los celulares para señalar la responsabilidad de los culpables, es un caso que conmocionó a todo el país por su saña y violencia.
Actualmente, ocho de ellos están acusados de «homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas» tras asesinar al joven a la salida del boliche Le Brique, en la ciudad costera de Villa Gesell. El juicio se llevará a cabo en la localidad de Dolores, según LN+. El Tribunal a cargo María Clauda Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari decidió avanzar durante el receso judicial debido a las apretadas agendas.
Estado actual de los acusados
Los acusados son Luciano Pertossi, de 21 años, ; Ciro Pertossi, de 22; Lucas Pertossi, de 23; Ayrton Viollaz, de 23; Máximo Thomsen, de 23; Enzo Comelli, de 22; Matías Benicelli, de 23, y Blas Cinalli, de 21. Además del homicidio, están detenidos lesiones sufridas por cinco amigos de Fernando Báez Sosa que se encontraban con él cuando fue asesinado.
Acorde precisó el mismo medio, “están en una situación de encierro, pero tranquilos”. “En el tiempo que llevan alojados en Melchor Romero no se han registrado incidentes con sus compañeros de alojamiento, ni con el personal penitenciario. Cuando no salen al patio, pasan sus horas en la celda”, agregó la fuente oficial consultada.
A partir de la próxima semana, deberán presenciar 22 audiencias antes de escuchar las condenas, en el caso de que los consideren culpables. El debate, donde el Ministerio Público estará representado por el fiscal Juan Manuel Dávila, se realizará en la Sala de Audiencias Multifueros del Palacio de Tribunales de Dolores. En la primera audiencia hablarán los padres del joven asesinado, Silvino Báez y Graciela Sosa.
El caso Fernando Báez Sosa
Según la Justicia, el grupo acordó darle muerte en esa brutal golpiza frente al boliche, en pleno centro de Villa Gesell y en medio de una gran oleada de jóvenes que visitan para esa fecha la ciudad balnearia. Inmediatamente después del crimen, se juntaron en una esquina, acordaron cambiarse de ropa y fueron a un local de comidas rápidas para tener una coartada.
La imputación sostiene que Thomsen, Pertossi, Comelli, Benicelli y Cinalli abordan por detrás a Fernando Báez, quien estaba de espaldas e indefenso. De esta manera, «actuando sobre seguro, en virtud de la superioridad numérica y física, lo rodean, se abalanzan sobre él y comienzan a propinarle golpes de puño en su rostro y cuerpo» hasta que cae inconsciente y pierde la vida».
Los otros tres, Villaz, Lucas y Luciano Pertossi «previo acuerdo y distribución de tareas con los otros sujetos activos, también participaron premeditadamente de la agresión con el fin de dar muerte a la víctima». Incluso se los ve grabando con sus propios celulares la golpiza y formando un escudo humano para evitar la ayuda exterior.