Este miércoles, el ejército de Rusia intensificó los ataques con morteros y artillería contra la ciudad recientemente liberada de Jersón, en el sur de Ucrania, informó el ejército ucraniano. A la vez, ejerce una presión constante a lo largo de las líneas del frente en las regiones orientales del país.
Rusia disparó 33 misiles desde múltiples lanzacohetes contra objetivos civiles en Jersón en las 24 horas hasta la madrugada de este miércoles, dijo el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania en su informe matutino. Rusia niega haber atacado a civiles, como lo hace desde que inició el combate en el mes de febrero.
También persistieron intensos combates alrededor de la ciudad de Bakhmut, controlada por Ucrania, ahora en gran parte en ruinas, en la provincia oriental de Donetsk. En el norte, también hubo disparos alrededor de las ciudades de Svatove y Kreminna en la provincia de Lugansk. En estas localidades, las fuerzas ucranianas están tratando de romper las líneas defensivas rusas.
Las sirenas antiaéreas también sonaron en Ucrania este miércoles por la mañana, aunque no se registraron ataques con misiles. Los informes ucranianos dicen que la alerta nacional puede haber sido declarada después de que despegaran los aviones rusos estacionados en la vecina Bielorrusia. La agencia Reuters no pudo verificar esa información.
El Ministerio de Defensa de Reino Unido anunció, en su última actualización sobre la situación en Ucrania, que Rusia probablemente había reforzado la sección de Kreminna de la línea del frente. Ya que es logísticamente importante para Moscú y se ha vuelto relativamente vulnerable tras los recientes avances de Ucrania hacia el oeste. Todavía no hay perspectivas de conversaciones para poner fin a la guerra, ahora en su undécimo mes.
