El 2023 comenzó recargado para el arco político en Argentina. Sin ir más lejos, el presidente Alberto Fernández arrancó el primero de enero con mucha actividad. Primero anunció por medio de las redes sociales que le realizará un juicio político a la Corte Suprema de Justicia y luego se fue a Brasil a presenciar la asunción de Lula Da Silva como presidente.
Desde el país vecino, el mandatario argentino fue consultado acerca de esta decisión, de ir en contra del máximo tribunal y si lo habló con la vicepresidenta. «No lo hablé con Cristina Kirchner. Es algo de lo que estoy convencido yo, siempre creí eso. Durante mucho tiempo plantee que la Justicia se revise a sí misma», aseveró el jefe de Estado.
Además, deseó que la Corte «tenga la capacidad de revisar sus fallos, como dijo Lula hoy. Esperaba que en Argentina pase algo parecido, pero no», lamentó. También explicó en C5N que avanzó con el pedido de juicio político porque «llegamos a una situación límite. Hemos visto cosas muy obscenas a la vista de la ciudadanía en un estado de derecho», cuestionó.
El caso de Lago Escondido
Uno de los hechos que desató este enojo de parte del presidente Alberto Fernández es el vuelo y hospedaje que compartieron jueces, fiscales y dirigentes de Juntos por el Cambio, que salió a la luz recientemente. «Lo de lago escondido es terrible, lo que después son los chats, que circularon, quizás fueron obtenidos ilícitamente«, admitió el dirigente.
«Nunca fueron desmentidos. Nadie dijo, no viajamos, no me pagaron el viaje. Eso es preocupante porque lo que vemos ahí son jueces federales o fiscales que en un vínculo promiscuo con empresarios que, además, todos coinciden en una lógica, una lógica judicial de estigmatizar a un sector de la política», concluyó el mandatario argentino.