Pablo Ventura y su papá pasaron por el Tribunal de Dolores para declarar por el crimen de Fernando Báez Sosa, causa en el que estuvo involucrado tras haber sido apuntado falsamente por los rugbiers. Sin embargo, varios cronistas mencionaron haber visto actitudes insólitas entre el grupo de acusados. Según las versiones, se vieron sonrisas y algunas risas durante la declaración del remero inculpado y luego sobreseído.
Esto se relaciona a que muchos sostienen a que cuando Pablo y José Ventura ingresaron a la sala para declarar, los rugbiers se rieron e hicieron movimientos extraños. «Yo los miré dos veces, pero hasta lo que observé no levantaron la cabeza», respondió Pablo. El joven, según NA, también señaló que al que más reconoció de los acusados es a Lucas Pertossi.
Leonardo Godoy, periodista de A24, contó lo que pudo apreciar en la tercera jornada de juicio en Dolores. «En esta primera parte de la jornada hubo un clima bastante más distendido por parte de los acusados, que no entendemos por qué se da porque están cada vez más comprometidos», indicó. Aunque no pudo ver directamente a los ocho imputados, sí notó actitudes raras.
«Lo que pude observar son varios momentos de conversaciones, de miradas, uno acercándose más a otro», relató. Otros presentes en la sala, según él, señalaron que en el momento en que se anunció que Pablo Ventura sería el primer testigo en declarar uno de los imputados habría tenido una «mueca de sonrisa».
La indignación de Fernando Burlando
Por otro lado, el abogado Fernando Burlando también se refirió a este suceso. «Estoy a muy corto tiempo de empezar a insultar a todo el mundo. Yo me preguntó de qué se ríen, aunque se rían por una cuestión que no tenga nada que ver con el juicio, en esto, que es un templo, que es la sala de audiencia donde están los papás de Fernando». Luego, sentenció: «Si hicieron eso, son unos reverendos hijos de put*».
También en su cuenta de Twitter volcó su enojo. «No podes reírte en un juicio en tu contra. Menos frente a los padres del hijo que brutalmente golpeaste hasta su muerte. Recién en una entrevista me enteré de la actitud de los acusados, me puse en el lugar de esos padres y no me salió otra cosa que un ‘reverendos hijos de put*'».