La vicepresidenta Cristina Kirchner volvió a denunciar este jueves que los tribunales de Comodoro Py se resisten a investigar el intento de magnicidio en su contra. Lo hizo al compartir vía Twittee una nota del medio Página|12. La misma lleva el título “La insólita conexión de Silvio Robles, la mano derecha de (el presidente de la Corte Suprema de Justicia, (Horacio) Rosatti, con el atentado a CFK”.
“¿Entendés por qué en Comodoro Py no se investiga a fondo el intento de magnicidio?”, planteó Cristina Kirchner en su posteo, y agregó: “Impresiona el entramado mafioso, pero como siempre: Todo hace juego con todo”, subrayó la vicepresidenta, aludiendo a los nombres propios que en las últimas semanas tomaron relevancia, como Rosatti y Robles.
Robles, funcionario judicial allegado a Rosatti, aparece en conversaciones con el ministro de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, las cuales se difundieron en los últimos días y provocaron el pedido de “licencia temporaria” del funcionario de la Ciudad de Buenos Aires. En los chats, se aduce que combinaban tácticas para que el Gobierno porteño use ante el máximo tribunal en la causa por el reparto de fondos de la coparticipación.
A raíz de eso, Robles recibió una condena del gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, y se abrió una causa federal en esa provincia. La nota replicada por la vicepresidenta sostiene que Gastón Marano, defensor de Gabriel Carrizo (procesado como partícipe secundario del intento de magnicidio) y exasesor de Juntos por el Cambio en la Bicameral de Inteligencia, denunció luego a Robles en Comodoro Py por “negociaciones incompatibles”.
La nota periodística manifestó que esa “movida busca traer a los tribunales macristas de Buenos Aires la causa que avanza con un juez santiagueño”. Asimismo, amplía que “la movida del letrado Gastón Marano objetivamente termina jugando a favor de Silvio Robles porque le disputa la causa judicial al juez federal de Santiago del Estero Guillermo Molinari, quien arrancó con todo”.
Respecto a esto último, se afirma que Marano “le pidió a Robles que deposite su celular en una secretaría de la Corte para luego chequear los mensajes que intercambió con el ministro de Justicia porteño, Marcelo D’Alessandro”. En cuanto a D’Alessandro, cabe recordar que recibió el respaldo del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y aseguró que, pese a la filtración de los chats, no lo desplazará de su cargo.