El cuarto día de declaraciones por el crimen de Fernando Báez Sosa ya terminó. Ene esta audiencia fue el turno del personal del boliche y de los testigos que tuvieron contacto con el joven asesinado como Virginia Pérez Antonelli. Esta chica, de 19 años, fue quien le hizo RCP al agredido en la puerta de Le Brique, en Villa Gesell, mientras esperaba a la policía.
A la joven le pidieron que detalle lo que vio en la noche del 18 de enero del 2020 y cómo fue su maniobra para realizarle reanimación al asesinado. «Pudo haber sido solo cinco minutos, pero fue como una hora», recordó la chica, que aclaró ante el tribunal que «si alguien no tiene consciencia y no respira, hay que hacerle RCP», en un detalle para nada menor que destacó NA.
Teniendo en cuenta la pericia que presentó el abogado defensor de los rugbiers, saber que Fernando Báez Sosa no respiraba cuando llegaron a hacerle RCP, hacer caer su estrategia. «Yo le sostenía la cabeza a Fernando, le hablaba, le pedía que se quedara conmigo«, recordó Virginia mientras los policías hacían la reanimación y a gritos gritaba por la presencia de algún médico.
Hizo sentar al abogado de los rugbiers
Durante su declaración, la joven contestó preguntas de parte de la defensa, encabezada por Fernando Burlando, y del abogado de los acusados, Hugo Tomei. El mencionado le preguntó si tenía conocimientos de reanimación y si no había riesgo de hacerlo a una persona golpeada que no podía moverse, acusándola así de que provocó un riesgo mayor a Fernando Báez Sosa.
Con mucha cautela, Virginia Pérez Antonelli le dijo que es certificada de la Cruz Roja en primeros auxilios. También, le aclaró que «es mejor tener a una persona con la costilla rota y viva, que una persona muerta». Ante esta respuesta, el abogado Tomei desistió de seguir preguntando, se sentó y no realizó más intervenciones hasta que la joven se retiró.