En el distrito de Brasilia, capital de Brasil, se vivió una de las tardes más tensas en la historia de este país. Miles de manifestantes opositores al Gobierno de Lula Da Silva ingresaron en edificios públicos y los tomaron. El Congreso, la Corte Suprema y el Palacio del Planato (Sede de Gobierno) estuvieron repletos de seguidores de la derecha.
Ante esto, el gobernador de dicho Estado, Ibaneis Rocha, que es un aliado del expresidente Jair Bolsonaro, determinó la expulsión de Anderson Torres de su cargo. El mencionado ocupaba el rol de secretario de Seguridad de Brasilia y la medida fue, principalmente, para evitar que el mandatario tome la decisión de intervenir la capital nacional.
Según informó NA, la decisión de Rocha será publicada en el próximo Boletín Oficial y adjuntarán las pruebas de su destitución. Al parecer, hay policías que fueron filmados «inactivos» en medio del avance de los golpistas contra los edificios públicos de Brasil. Sin embargo, minutos después comenzaron a avanzar contra los agresores con gases pero para ese momento ya habían vandalizado varias zonas.
Brasil: Lula Da Silva también lo culpó
En horas de la tarde, el presidente de Brasil realizó una conferencia de prensa para anunciar la intervención de Brasilia. Durante esta charla, arremetió contra el secretario de Seguridad y lo acusó de estar ligado a este avance. «Creemos que hubo falta de seguridad y quiero decir que todas las personas que hicieron esto serán encontradas y serán punidas», adelantó.
«Lamentablemente, los que tenían que hacer la seguridad del distrito federal era la policía militar del distrito federal y no lo hizo; hubo una incompetencia, mala voluntad o mala fe, ustedes vieron las imágenes de cómo los acompañaban» a los manifestantes, agregó el presidente que ya se encuentra en la capital nacional para seguir de cerca el conflicto.