Luego de solicitar la pena de prisión perpetua para los ocho rugbiers acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, la Fiscalía realizó otro pedido: que investiguen a dos amigos de los juzgados por presunto falso testimonio. Los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García se refirieron así a Juan Guarino y a Thomás Colazzo, el primero de ellos sobreseído del caso y el segundo, el denominado ‘rugbier 12’, quien al momento del asesinato era menor de edad.
Ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores, los representantes del Ministerio Público Fiscal sembraron dudas en su alegato sobre Guarino y Colazzo por sus declaraciones como testigos, según NA. Es que consideraron que omitieron brindar detalles sobre lo qué pasó estando ambos en el lugar de los hechos, aquella madrugada del 20 de enero de 2020 en las afueras del boliche Le Brique en Villa Gesell.
Guarino había declarado como testigo y dijo que vio una pelea pero que se fue del lugar sin precisar detalles, y aseguró que no pudo ver nada de la golpiza que le dieron a Fernando. Además, en todo momento sostuvo que los rugbiers eran recurrentes en generar peleas y que “estaba cansado” de que eso ocurriera. Posteriormente, ante la prensa, sostuvo que su testimonio era para que haya “justicia por Fernando” y pidió que los acusados “se hagan cargo de lo que hicieron”.
Por su parte, Colazzo, si bien nunca estuvo imputado, la sospecha es que omitió dar detalles sobre lo que pasó en el lugar y luego de los hechos, la conversación que tuvo con los implicados. En ese entonces el joven tenía 17 años y nunca fue reconocido por testigos, amigos ni cámaras de seguridad como un participante más del crimen, pero sí se lo observó en inmediaciones de Le Brique.
Secuestraron los celulares de Blas Cinalli y Enzo Comelli
Por otra parte, el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) secuestró este miércoles los celulares de Blas Cinalli y Enzo Comelli, dos de los acusados más complicados en la causa Báez Sosa, y que eran utilizados por los rugbiers en el penal de Dolores. Según se pudo corroborar, los jóvenes utilizaban sus celulares para responder mensajes en las redes sociales creadas por ellos mismos y que “apoyaban” a los rugbiers.
Hace algunas semanas se había dado a conocer la cuenta @rugbiers.zarate que, tanto en Instagram como en Twitter, respondían preguntas de otros usuarios acerca de la situación actual de los acusados. A su vez, muchos otros usuarios utilizaban el lugar para expresar enojo y molestia por la creación de una cuenta que apoyaba a los rugbiers implicados en el crimen del joven de 18 años.
“Basta de condena social. Basta de mentiras. Basta de violencia. Basta de odio”, se lee en la descripción de ambas cuentas. El secuestro de los dos celulares se realizó el mismo día que se iniciaron los alegatos por parte de la Fiscalía y la querella que exigirán que a los ocho acusados los condenen a prisión perpetua. En tanto, el defensor de los rugbiers, Hugo Tomei, buscará modificar las imputaciones y hasta existe la chance que pida la absolución de alguno de ellos.