Este jueves, la defensa de los rugbiers llevó adelante su alegato en el marco del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa. La jornada en el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores tuvo varios momentos. Desde el testimonio de Graciela, madre de la víctima, hasta la exposición del abogado defensor Hugo Tomei y las palabras finales de los ocho acusados antes de las sentencias, que se conocerán el 6 de febrero.
Una vez concluida la sesión, los padres de Fernando, Graciela y Silvino, dialogaron con la prensa y fueron tajantes al referirse a lo que dijo cada uno de los imputados, quienes coincidieron en pedirle disculpas a la familia de la víctima y en afirmar que no fue un hecho premeditado. “No me conmovieron, ninguno me miró. Lo dejo pasar como algo desapercibido. No les creo nada. Es tarde porque yo no voy a recuperar a mi hijo”, dijo Graciela.
“Es medio fuerte que después de matar a tu hijo te pidan perdón. Creo que querían modificar su situación frente al Tribunal”, sentenció Silvino. Seguidamente, Graciela añadió: “Estamos fuertes pero es muy difícil creerles después de lo que hicieron. Me descompuse y por eso no estuve en los alegatos”, y sostuvo que “la única víctima acá es Fernando, le destruyeron el cuerpo mientras imploraba”.
Luego de los padres de la víctima, se detuvieron a hablar con la prensa los fiscales de la causa e hicieron hincapié en la necesidad de los medios en este caso. “Quiero referirme a la presión mediática. Gracias a la difusión del caso contamos con testigos claves que se acercaron de forma espontánea”, puntualizaron los representantes del Ministerio Público Fiscal. La sentencia final se conocerá el 6 de febrero.
Qué había dicho Graciela ante el Tribunal
Antes del alegato de Tomei, Graciela dijo que “nunca” pensó estar “en este lugar”. “Nunca pensé que estaría en este lugar. Siempre pensé que algún día se recibiría y estaría viendo cómo iba a defender a las personas y no estar acá por su asesinato”, expresó. Visiblemente conmocionada, agregó: “Me costó mucho estar en este lugar. Cargué la valija para venir a Dolores y tuve que ver los videos reiteradas veces de cómo asesinaron a mi hijo”.
La mujer dio sus últimas palabras mientras era abrazada fuertemente por su marido y padre de Fernando, Silvino: “Nunca lo voy a poder olvidar cuando mi hijo levantaba la mano para pedir suplica. Quería tirarme encima de él para que no lo atacaran más”. En su breve testimonio, Graciela expresó: “Él era decente, no hacía el mal. Siempre me decía que no creía en la maldad y ahora quiero justicia porque no le tuvieron piedad”, sentenció.