A dos meses de la destitución de Pedro Castillo, las protestas antigubernamentales continúan en Perú, pero con un poco menos de intensidad. El lunes, el gobierno de la presidenta Dina Boluarte decretó el estado de sitio en siete de las 24 provincias del país andino.
En Puno, una de las regiones donde rige el estado de sitio, seguían el lunes. Al igual que en Lima, donde manifestantes bloquearon durante menos de una hora la ruta Panamericana Sur. Luego fue despejada por efectivos de la Policía Nacional. Por otro lado, el Ministerio del Interior comunicó que 27 personas «fueron sentenciadas por actos vandálicos durante las protestas registradas en el país».
«Estas personas fueron plenamente identificadas como autoras de la toma de carreteras» en el departamento Ica. Además, «recibieron sentencias condenatorias por encima de los tres años de pena. Están obligados a pagar reparaciones civiles por un monto superior a los 50.000 soles», declaró el ministerio en un comunicado.
Perú vive una ola de manifestaciones desde el 7 de diciembre, cuando el Congreso destituyó al entonces mandatario Castillo, horas después de que este anunciara la disolución del parlamento y la formación de un gobierno excepcional con supresión de garantías constitucionales.
En ese contexto murieron 48 personas en los enfrentamientos y otras 11 como consecuencia de los cortes de rutas, y al menos 1.229 resultaron heridas. Boluarte decretó el domingo el estado de emergencia por 60 días en las regiones de Apurímac, Arequipa, Cusco, Madre de Dios, Moquegua, Puno y Tacna, todas ellas en el centro-sur del país.