El jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta ratificó su candidatura a presidente en el partido Tres de Febrero, provincia de Buenos Aires. Acompañado por funcionarios como el diputado y candidato a gobernador provincial Diego Santilli, y el intendente Diego Valenzuela, el titular del Palacio Municipal compartió con vecinos la oficialización del anuncio que hizo este mediodía.
Si bien insistió con algunos tópicos, tales como los objetivos de su Gobierno si es electo y las promesas, profundizó su mirada hacia el fin de la grieta política y el desempleo. «Hay que terminar con las divisiones», fue una de las frases que más veces repitió en su breve discurso al aire libre, al tiempo que invitó al público y espectadores a reunirse con aquellos que tienen posturas políticas diferentes y dejar de contribuir a la profundización de la grieta.
«Yo gobierno la Ciudad con el kirchnerismo en frente y me la banco», sentenció. «Trabajo, equipo y fuerza. Eso es lo que la Argentina necesita, y con eso me planteo dos objetivos. Primero, terminar con las divisiones, que es algo que generaron los políticos en Argentina. La grieta famosa es un invento de la política para generar más odio y de ahí conseguir más votos. Se puede llegar a ganar una división con la grieta, lo que no se puede es gobernar y mucho menos transformar», agregó.
«Si seguimos con los agravios, con los insultos, con el odio no vamos ni para atrás ni para adelante. Tenemos que decidir: o terminamos con esas actitudes o la Argentina va a seguir dando vueltas en el fracaso», aseveró. De este modo, lanzó el segundo objetivo: impulsar la transformación del país a través de la explotación de la economía del conocimiento, las tecnologías y la industria minera.
Las promesas
El candidato presidencial basó sus promesas en problemáticas actuales, como el desarrollo nacional y los obstáculos de su progreso. «Hay que avanzar con el motor del crecimiento. Los minerales, incluyendo el litio, la energía en el sur del país, los alimentos de todo el complejo agroexportador, el turismo… Ahora, para que estas industrias progresen, necesitamos sacarle el peso muerto de un Estado bobo«, apuntó, haciendo una crítica al gasto público y al déficit.
«Ese crecimiento solo lo vamos a mantener si transformamos de fondo la educación, si cambiamos la forma de educar a nuestros hijos», mencionó al explayarse sobre la importancia de los 190 días de clases y el salario digno para los docentes. Ahora bien, al hablar sobre el futuro de las nuevas generaciones, Horacio Rodríguez Larreta enfatizó en combatir «a muerte» a los «verdaderos enemigos».
«No podemos vivir más entre rejas. Pánico cuando nuestros hijos salen a la noche. No hay país, afecta a nuestra salud, nos paraliza. Por eso, vamos a dar una lucha a muerte contra el crimen, contra las mafias y contra el narco», indicó con una apuesta seria al despliegue de Gendarmería a las fronteras y a la creación de un grupo de elite.
El pedido de Horacio Rodríguez Larreta
Al final de su discurso, el jefe de Gobierno realizó un pedido al público. En primer lugar, «recordar las últimas campañas políticas donde se plantean los malos contra los buenos» para «mirar la historia». En segundo lugar pidió la unión para dar la pelea «a los verdaderos enemigos: la inflación, la inseguridad, la grieta». «Les pido que inviten a sus amigos que dejaron de ver porque piensa diferente. Todos tenemos uno. Armemos una reunión familiar con la consigna de que no haya discusiones», indicó.
Para cerrar, Horacio Rodríguez Larreta colocó la responsabilidad en los argentinos para el cambio que se debe llevar a cabo en el país. «Hay que hacerse cargo. Ahora, tenemos que estar convencidos de que tenemos que hacerlo juntos, dejando las divisiones a un lado. Seamos la generación del 23 que da vuelta la página», cerró.