Una nueva prisión inaugurada recientemente en El Salvador, para recluir a miles de integrantes de las pandillas, comenzó a recibir a sus primeros inquilinos. Fueron trasladados unos 2.000 miembros de esos grupos hasta el recinto penitenciario, anunció el presidente Nayib Bukele.
El Gobierno mantiene vigente desde marzo un estado de emergencia para combatir a las peligrosas maras. El traslado de los reos se realizó en las primeras horas del viernes. Hubo un gran despliegue de seguridad, que incluyó helicópteros y decenas de colectivos, informó NA.
«Hoy (por el sábado) en la madrugada, en un solo operativo, trasladamos a los primeros 2.000 pandilleros al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot). Esta será su nueva casa, donde vivirán por décadas, mezclados, sin poder hacerle más daño a la población», expresó Bukele en su cuenta de Twitter.
Entre los presos recluidos en la nueva prisión, se destacan integrantes de la Mara Salvatrucha (MS-13) y su rival, el Barrio 18. Estaban encerrados en la cárcel de Izalco, a 65 kilómetros al oeste de la capital. El Cecot está situado en el valle sudeste del volcán San Vicente, en una zona rural en el municipio Tecoluca.
El recinto tiene una capacidad para acoger a hasta 40.000 reos, quienes estarán distribuidos en ocho módulos. El año pasado los homicidios cayeron en un 57% y unos 64.000 supuestos pandilleros han sido detenidos durante el estado de emergencias.
Bajo el estado de emergencia se han suspendido algunos derechos constitucionales. Los arrestos pueden realizarse sin una orden judicial. El gobierno tiene acceso ilimitado a las comunicaciones privadas y los derechos de los detenidos a un abogado han sido archivados. En 2022 los homicidios cayeron un 57% a 495, desde 1,147 en 2021, según cifras oficiales.