Una compañera de los gemelos argentinos que se tiraron de un tercer piso en Barcelona relató el calvario que sufrían en torno al bullying y cómo las autoridades y los profesores no hacían nada. A pesar de que familiares y cercanos señalaron en todo momento que las adolescentes sufrían acoso escolar, lo dicho por una de sus compañeras del colegio Llobregat de Sallent confirmó las continuas agresiones que sufrían.
Iván y Leila Lima eran acosados por su acento argentino, acorde la información que se pudo recopilar días atrás. No obstante, quién más sufría el bullying era el niño. En los últimos meses decidió modificar su identidad sexual femenina al cortarse el pelo, cambiarse la vestimenta y expresar la necesidad de que lo llamen por su nuevo nombre.
“Los acosaban, los rodeaban, les pegaban y les decían cosas”, contó la amiga de los hermanos de 12 años de edad, acorde consignó NA. Según su relato, al principio las agresiones se relacionaban porque eran argentinas. Después, cambiaron por la elección sobre la sexualidad del menor.
Además, señaló que en uno de los recreos las adolescentes fueron rodeadas por un grupo de chicos que las golpearon e insultaron. Cuando quiso sacarlos, no la dejaron. A pesar del horror que sufrían, las situaciones de acoso eran recurrentes y la joven sostuvo que las autoridades y los profesores sabían pero «no hacían nada». Desde la institución, habían negado las denuncias de los gemelos ante las situaciones de acoso escolar.
El adiós a Iván y la evolución de Leila
El fin de semana se llevó a cabo el entierro de Iván, quién murió en el acto tras arrojarse de un tercer piso. Durante el sábado, familiares y amigos del adolescente se acercaron a darle el último adiós. El domingo, se realizó una misa. Según lo manifestado por los propios padres, la idea es trasladar sus cenizas hasta Argentina cuando Leila se recupere y reciba el alta.
Con respecto a la joven que sobrevivió, se supo que el sábado abrió los ojos pero su estado de salud aun es reservado por las diversas fracturas que tiene en su cuerpo. En la escena encontraron dos cartas escritas a mano correspondientes a los adolescentes y que anunciaba la decisión que habían tomado de arrojarse al vacío. También hallaron dos sillas que daban a entender que se usaron para tomar altura y tirarse.
