Este jueves, Rusia declaró que un acuerdo histórico para garantizar la exportación segura de grano desde los puertos de Ucrania por el Mar Negro solo se estaba «aplicando a medias», lo que plantea dudas sobre si permitirá una prórroga del arreglo que expira la próxima semana.
La Iniciativa del Grano del Mar Negro, negociada por la ONU y Turquía el pasado mes de julio, pretendía evitar una crisis alimentaria mundial, permitiendo la exportación segura de grano ucraniano desde tres puertos bloqueados tras la invasión rusa. El acuerdo se prorrogó 120 días en noviembre y se renovará el 18 de marzo si ninguna de las partes se opone.
Sin embargo, Moscú ya ha señalado que solo aceptará una prórroga si se levantan las restricciones que afectan a sus propias exportaciones. Las exportaciones agrícolas rusas no han sido objetivo explícito de Occidente, pero Moscú afirma que las sanciones a sus industrias de pagos, logística y seguros son un obstáculo para poder exportar sus propios cereales y fertilizantes.
«Todavía hay muchas preguntas sobre los destinatarios finales, sobre adónde va la mayor parte del grano. Y, por supuesto, las preguntas sobre la segunda parte de los acuerdos son bien conocidas por todos», declaró el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. Rusia se ha quejado anteriormente de que el grano ucraniano exportado en virtud del acuerdo va a parar a países ricos, informó Reuters.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, mantuvieron conversaciones en Kiev el miércoles sobre la ampliación del acuerdo. Ucrania ha exportado hasta ahora más de 23 millones de toneladas, principalmente de maíz y trigo, en virtud del acuerdo, según las Naciones Unidas. Los principales destinos de los envíos han sido China, España, Turquía, Italia y los Países Bajos.