El Clan del Golfo, la mayor banda criminal de Colombia, rompió el cese al fuego bilateral con un ataque a un acueducto en medio de una protesta de mineros que se oponen a las operaciones militares contra la extracción ilícita de oro de los grupos armados ilegales, denunció el presidente Gustavo Petro.
La manifestación incluye el bloqueo de rutas, que afecta a unas 300.000 personas de 12 municipios de los departamentos de Antioquia y Córdoba. En estas regiones se reporta desabastecimiento de alimentos, medicinas y combustibles. «Han dejado sin agua potable a Tarazá, al romper los tubos. El Clan del Golfo contra el pueblo humilde», expresó Petro, refiriéndose al ataque en ese municipio del departamento de Antioquia.
«Afectar el agua potable de una ciudad es poner en riesgo la vida de niños y niñas, de todo ser humano. El Clan del Golfo, con su hostilidad contra la población, ha roto el cese al fuego», agregó. El Gobierno de Colombia y el Clan del Golfo acordaron un cese bilateral al fuego, como parte de los esfuerzos de Petro para poner fin a un conflicto interno armado de casi seis décadas que ha dejado más de 450.000 muertos.
De inmediato no hubo ninguna reacción del grupo a las acusaciones del presidente. Petro busca que el Congreso apruebe una ley para ofrecer sometimiento a la justicia a los líderes e integrantes de las bandas criminales. Incluida una reducción de las penas de cárcel. A cambio de que entreguen las armas, confiesen sus delitos e indemnicen a las víctimas, informó Reuters.
La paz total que busca el mandatario también incluye negociaciones con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y dos disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. En medio de la protesta de los mineros, continúan actos de vandalismo, ataques a la misión médica y bloqueos de rutas.