El Papa Francisco fue dado de alta luego de estar tres días internado. La máxima figura del catolicismo a nivel mundial había sido llevado al nosocomio por una bronquitis infecciosa. Ya recuperado de la infección, recibió el apto médico para emprender su regreso hacia la Santa Sede del Vaticano. Aseguran que se retiró sonriente y de buen humor.
«Se le detectó al Santo Padre una bronquitis de base infecciosa que requirió la administración de antibioterapia en infusión, lo que produjo los efectos esperados con una notable mejoría de su estado de salud», había expuesto el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni en Radio Rivadavia.
Pese a la preocupación que se generó alrededor de Francisco, ya en la últimas horas habían anticipado que este sábado iba a ser dado de alta tras recibir una terapia de antibióticos, informó NA. Ya de regreso a su lugar, frenó ante los fieles y la prensa y dijo: «Aún estoy vivo». Seguidamente se tomó el tiempo para narrar una breve historia.
“Una vez, un viejito, más viejo que yo, después de una situación parecida dijo ‘padre, yo a la muerte no la vi, pero la vi venir y es fea, eh», comentó. Posteriormente hizo referencia a su visita a los niños que estaban en el hospital: “Es la cosa más linda, uno es cura, es la vocación del cura, del párroco”, concluyó el heredero del trono de Pedro.
«Esta mañana, sábado 1 de abril, el Papa Francisco recibió el alta del Hospital Universitario A. Gemelli. Antes de abandonar las instalaciones, el Santo Padre saludó al Rector de la Universidad Católica, Franco Anelli, junto a sus más cercanos colaboradores, el Director General del Policlínico. , Marco Elefanti, el asistente eclesiástico general de la Universidad Católica, Monseñor Claudio Giuliodori, y el equipo de médicos y trabajadores de la salud que lo asistieron durante estos días», reza una parte del comunicado.