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SOCIEDAD

«Por eso les pegan un tiro»: así agredía un conductor a un colectivero en Buenos Aires

El agresor recién dejó avanzar a la unidad de la línea 401 de Buenos Aires cuando vecinos y dos móviles policiales se acercaron para calmar la situación.

Buenos Aires

Una pelea de tránsito entre un conductor y un colectivero en Moreno, Buenos Aires se viralizó en redes sociales por la violencia ejercida contra el chofer de la línea 401 y por una frase repudiable sobre la situación actual que se vive por el crimen de Daniel Barrientos. «Por eso les pegan un tiro», dijo el agresor, quien fue filmado por los testigos.

«Si subo, te mato», comenzó la discusión el automovilista que se puso adelante del colectivo manifestando que el chofer le chocó el auto y que quiso escaparse. “¿Te la bancás? Si subo te mato. Estás en pedo, sos un pelotudo, le pegaste al auto que está estacionado. Y encima me lo negás. No me lo negués, pelotudo. Bajate”, continuó con el reclamo el conductor al darse cuenta que el colectivero no iba a ceder en su accionar.

Ante las diversas acusaciones el chofer de la 401 le sostuvo en varias oportunidades que no le había chocado el auto. Aun así, la negativa del hombre no se detuvo y le dijo «mentiroso» mientras golpeaba el vidrio con el puño. “Estacioná ahí, no me voy a mover. Estacioná ahí porque te mato”, expresó el conductor. El incidente ocurrió el jueves pasadas las 17:00 en pleno centro de Moreno y fue un vecino quién grabó el momento y lo subió a sus redes sociales.

A pesar de que la pelea continuaba y el hombre no dejaba de lado su enojo, una frase repudiable y desubicada generó el hermetismo total luego de una semana movilizante por el crimen de Daniel Barrientos: “Por eso les pegan un tiro, por hijos de puta».

La discusión continuó y hasta el propio chofer manifestó que no se iba a bajar hasta que no llegara la Policía. Aunque los autos de atrás no dejaban de tocar bocina el agresor siguió y hasta hizo estallar el vidrio retrovisor: «Te voy a ir rompiendo todo de a poco». Minutos más tarde, vecinos del lugar, hartos de los gritos, y dos móviles policiales se acercaron para calmar la situación y mediar con los dos protagonistas. Después de una charla, todo volvió a la normalidad. 

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