Cerca de 155.000 trabajadores federales en Canadá abandonaron el trabajo este miércoles después de no poder llegar a un acuerdo por salarios más altos y garantías de trabajo desde el hogar, una huelga que afecta a una variedad de servicios públicos, desde declaraciones de impuestos hasta renovación de pasaportes.
El sindicato Public Service Alliance of Canada (PSAC) manifestó que las negociaciones del contrato continuarían, y el primer ministro liberal, Justin Trudeau, enfatizó la urgencia de resolver la disputa. «Asegurémonos de que, mientras esto sucede, estemos en la mesa de negociaciones», dijo Trudeau. «Sé que los canadienses no serán terriblemente pacientes si continúa demasiado tiempo», agregó.
Los trabajadores en huelga hicieron piquetes y ondearon banderas sindicales frente a la oficina de Trudeau en Ottawa, uno de los 250 piquetes en todo el país. Crystal Patterson, de 32 años, que trabaja para la oficina del ministerio de transporte que organiza vuelos estatales para el primer ministro y otros, dijo que su principal problema es conseguir un contrato que cubra los aumentos recientes en el costo de vida.
«El sindicato está haciendo lo correcto por nosotros al tratar de conseguirnos un contrato justo», dijo. «Estaré haciendo piquetes mientras PSAC nos tenga piquetes», agregó. El sindicato, que ha estado en negociaciones colectivas para un nuevo contrato desde 2021, fijó como fecha límite el miércoles a las 21:00 hora local para llegar a un acuerdo. El PSAC dice que es la huelga más grande contra un solo empleador en la historia de Canadá, informó Reuters.
“Realmente esperábamos no vernos obligados a hacer una huelga, pero hemos agotado todas las demás vías”, dijo el presidente de PSAC, Chris Aylward. «Permaneceremos en huelga hasta que el gobierno aborde nuestros temas clave en la mesa de negociaciones», agregó.
