Este martes, el organismo de control contra la corrupción de Pakistán detuvo al exprimer ministro Imran Khan en el Tribunal Superior de Islamabad. Una medida drástica que podría causar más agitación en el país de Asia del Sur. Las imágenes de la detención mostraban a decenas de agentes de seguridad con material antidisturbios llevándose a Khan en una furgoneta.
Su partido convocó protestas en todo el país, un país que cuenta con armas nucleares. «Pueblo pakistaní, este es el momento de salvar su país. No tendrán otra oportunidad», informó el partido Movimiento por la Justicia de Pakistán (PTI). La detención se produce en un momento en que los paquistaníes de a pie se enfrentan a la peor crisis económica en décadas, con una inflación récord y un crecimiento anémico.
El ministro del Interior, Rana Sanaullah, declaró a la prensa que Khan había sido detenido por la Oficina Nacional de Rendición de Cuentas (NAB) tras no comparecer ante ella «a pesar de los avisos». La NAB había emitido las órdenes de detención de Khan el 1 de mayo, según una orden a la que tuvo acceso Reuters.
«Se acusa a Khan de haber cometido un delito de corrupción y de prácticas corruptas», agregaron. El caso de corrupción de Khan es uno de los más de 100 registrados contra él. En abril del año pasado, fue expulsado del poder en una votación parlamentaria. Cumplió cuatro de sus cinco años de mandato, informó Reuters.
Cientos de simpatizantes bloquearon calles en la ciudad natal de Khan, Lahore, donde la policía está en alerta máxima, así como en la provincia noroccidental de Khyber-Pakhtunkhwa. Los manifestantes también bloquearon una carretera importante en la ciudad portuaria de Karachi, según testigos de Reuters.
