El mandatario Alberto Fernández cargó duramente contra la oposición en un acto por el Día de los Trabajadores de Empresas Recuperadas en la localidad de lomas de Zamora, Buenos Aires. Sin embargo, tras su nuevo quiebre con la vicepresidenta Cristina Kirchner, su discurso tuvo como perlita un pedido insólito, que fue que «paren las maldiciones».
«No les quiero contar mis penurias desde que llegué al Gobierno porque cada día me aparece una nueva, y ya quisiera que paren las maldiciones que me han mandado», mencionó en la conferencia que brindó junto a la ministra de Desarrollo Social Victoria Tolosa Paz. «Han sido muchas: heredar a Macri, agarrar una pandemia, transitar una deuda y soportar una sequía… ya está. Más cosas no me pueden pasar«, agregó.
Las críticas de Alberto Fernández a la oposición
El jefe de Estado no se guardó palabras contra Juntos por el Cambio y el diputado libertario Javier Milei, si bien no dio nombres. Sobre este punto, habló sobre la «involución del capitalismo» que permitió el nacimiento de la «economía popular», que «ha venido para quedarse» para que los trabajadores mantengan sus puestos de trabajo a pesar de las críticas de los opositores-
“Son los que dicen que la economía popular es una banda de planeros que no quiere trabajar. Los que dicen que hay que terminar con la indemnización por despido y las vacaciones pagas. Los que plantean que hay que imitar a Qatar que no tiene sindicatos, los que creen que la escuela pública es un lugar de adoctrinamiento y quieren dejar la salud pública en manos de privados y dejaron de construir hospitales en la Provincia de Buenos Aires”, disparó.
“Cuando llegue el momento, cualquiera de nosotros al que le toque gobernar va a estar parado del lado de los que trabajan, de los que necesitan y de los desposeídos. Eso fuimos, eso somos y eso seremos”, mencionó al defender su espacio político. A su vez, llamó a la militancia “a explicarle a los argentinos desalentados” que quienes integran el Frente de Todos “sabemos qué intereses defendemos y de qué lado estamos parados”.
Cierre del discurso y confirmación de su asistencia en el Tederum del 25 de mayo
A pesar de la renovada interna que suscitó entre la vicepresidenta y Alberto Fernández, que le valió sendas críticas del kirchnerismo duro, el mandatario apeló por la construcción de unidad. Luego del acto, confirmó su presencia en el Tederum del 25 de mayo en la catedral.
“Dejemos de pelearnos entre nosotros, compañeros y compañeras, porque nosotros somos lo mismo, somos hijos de Perón y de Evita, sabemos qué intereses defendemos, sabemos de qué lado pararnos. Y cuando llegue el momento, el que le toque gobernar va a estar parado al lado de los que trabajan, de los que necesitan, al lado de los desposeídos. Eso fuimos, eso somos y eso seremos siempre”, cerró.
