El órgano dominado por fuerzas de derecha que redactará un nuevo proyecto de constitución en Chile inició sus funciones este miércoles. En el segundo intento para dejar atrás la actual carta magna vigente desde la dictadura militar. «Este Consejo se instala hoy porque hemos logrado, recorriendo un largo camino, que primen los acuerdos», dijo el presidente Gabriel Boric.
Durante la ceremonia de iniciación, el Consejo Constitucional de 50 miembros comenzó su trabajo recibiendo el anteproyecto redactado por un grupo de 24 expertos nombrados por el Congreso, que funcionó desde marzo pasado, una de las diferencias con el proceso anterior.
«Quienes pensamos distinto podemos ponernos de acuerdo cuando por el bien de la patria se requiere. Esto es lo que la ciudadanía espera, un proceso de colaboración en donde las distintas partes sean capaces de ceder cuando sea necesario», añadió Boric.
En las elecciones del 7 de mayo de los consejeros, postulantes del Partido Republicano liderado por José Antonio Kast resultaron en primer lugar. En el segundo puesto, quedó una coalición de partidos de la derecha tradicional y centroderecha, hoy en la oposición al gobierno. La consejera republicana Beatriz Hevia fue nombrada como presidenta del organismo, informó Reuters.
El nuevo proceso será más acotado que el anterior, marcado por polémicas en torno a las propuestas y a sus propios integrantes, y dominado por representantes de izquierda. Ese primer texto fue rechazado ampliamente en un plebiscito en septiembre pasado y se prevé que la nueva propuesta sea más moderada.
El anteproyecto de los expertos, que se trabajó sobre una docena de «bases institucionales» acordadas por las fuerzas políticas antes de que arrancara el segundo intento. Lo que consagra a Chile como «un Estado social democrático de derecho» y mantiene un sistema de dos cámaras en el Congreso, entre otros asuntos.