La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha comenzado a enviar suministros de emergencia a las zonas de Ucrania afectadas por las inundaciones y se está preparando para responder a una serie de riesgos como traumatismos y enfermedades transmitidas por el agua contaminada como el cólera.
Rusia y Ucrania han intercambiado acusaciones por la rotura de la presa hidroeléctrica de la era soviética de Kajovka, que lanzó aguas a través de la zona de guerra del sur de Ucrania en las primeras horas del martes. Esto obligó a miles de personas a huir de sus hogares.
«No se puede subestimar el impacto en los sistemas de abastecimiento de agua y saneamiento y en los servicios de salud pública de la región», declaró el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. «La OMS se ha apresurado a apoyar a las autoridades y al personal sanitario en las medidas preventivas contra las enfermedades transmitidas por el agua. También para mejorar la vigilancia de las enfermedades», agregó.
Al ser consultada específicamente por el cólera, la responsable técnica de la OMS, Teresa Zakaria, explicó que «el riesgo de un brote está presente», ya que el patógeno existe en el medio ambiente. Además, sostuvo que la entidad está trabajando con el Ministerio de Sanidad de Ucrania para poner en marcha mecanismos que garanticen la importación de vacunas en caso necesario, informó Reuters.
La enorme presa de Kajovka, en el río Dnipro, separa las fuerzas rusas de las ucranianas, y la población se ha visto afectada a ambos lados de sus orillas. El director de Emergencias de la OMS, Mike Ryan, dijo que la entidad ha ofrecido asistencia a las zonas controladas por Rusia, pero que su presencia operativa se encontraba «principalmente» en el lado ucraniano.