El papa Francisco fue dado de alta del hospital este viernes por la mañana, nueve días después de una cirugía para tratar una hernia abdominal, y su médico dijo que estaba más fuerte que antes. El pontífice, de 86 años, abandonó el hospital Gemelli de Roma en silla de ruedas, sonriendo y saludando a los periodistas y fieles en la entrada principal mientras era conducido a un automóvil que le esperaba.
«El Papa está bien. Está en mejor forma que antes», expresó a los periodistas Sergio Alfieri, quien operó a Francisco el 7 de junio. El Vaticano dijo que rezaría su oración del mediodía el domingo en la Plaza de San Pedro y reanudaría las audiencias privadas la próxima semana, pero que faltaría a la audiencia general del miércoles en la plaza «para salvaguardar su recuperación posoperatoria».
Francisco tiene previsto recibir el martes al presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, dijeron fuentes diplomáticas a Reuters. Antes de regresar al Vaticano, el pontífice se detuvo a rezar ante un icono de la Virgen en la Basílica de Santa María la Mayor, uno de sus lugares de culto cuando regresa de un viaje o de una hospitalización.
Alfieri explicó que el Papa estaba lo suficientemente bien como para viajar. Francisco viajará a Portugal a principios de agosto y a Mongolia a finales de ese mes. «Podrá (desempeñar sus funciones) mejor que antes porque ya no tendrá las molestias. Será un Papa más fuerte», dijo, según replicó Reuters.
«Ya ha reanudado el trabajo. Le pedimos que descansara un poco y estoy seguro de que esta vez nos escuchará un poco más, porque tiene algunos compromisos importantes, que nos dijo que respetaría», agregó el médico. «El Papa nos dijo: ‘Gracias, recen por mí, sigo vivo’», finalizó Alfieri.