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ESPECTÁCULO

La emoción de Jorge Lanata al hablar de su padre: «Pienso en él casi todos los días»

El conductor de la señal del solcito expuso sus sentimientos como nunca antes.

Muy fuerte. Así fue lo que se vivió en «Periodismo Para Todos», el programa que lleva adelante Jorge Lanata a través de la pantalla de Canal Trece. Y es que en medio de un día realmente especial, el comunicador se encargó de recordar a su padre delante de las cámaras y de cada uno de los televidentes. Sin tapujos, hizo referencia a los buenos y malos momentos que vivieron como familia.

«Hola. Ustedes ya saben que soy adoptado, de modo que tendría que decir que mi primer padre me abandonó. Mi segundo padre fue el Dr. Ernesto Lanata. En realidad se llamaba Ernesto Eduardo Jaime Lanata, tenía un montón de nombres. Ernesto terminó el secundario en un colegio nocturno mientras trabajaba de mecánico dental y dio libre la carrera de odontología», comenzó señalando.

«Se recibió finalmente de dentista. Durante el tiempo que luchamos por cambiarnos, nos odiamos. Con la enfermedad de mi mamá, que estuvo cuarenta años en una silla sin hablar y sin poder moverse, mi casa era una casa triste. Yo siempre respeté de mi papá que se quedara cuarenta años y que cuidara a mi vieja, que no la abandonara en un asilo», rememoró.

Sus recuerdos

Mirando fijamente la cámara, Jorge Lanata continuó con su relato y se mostró realmente conmovido y emocionado al hablar de una persona tan importante en su vida. «Con mi papá, en toda mi vida, nosotros salimos solo una vez a comer afuera. Él y yo. Fuimos a una pizzería en Sarandí, a una cuadra del Viaducto para los que conozcan», dijo.

«Yo soy padre de dos hijas, a las que quiero desde un lugar profundo, como si me abrieran y desde ahí, ahí adentro, desde ese lugar. A un hijo uno siempre le da la parte más grande del plato, sin especular, tomá, porque así debe ser. Yo no sé en qué museo se exhiben los padres normales. Mi familia no fue para nada normal, pero creo que en toda familia el amor y el odio están a flor de piel», lanzó.

«Es como que Shakespeare vive en cada familia. Y entendemos a nuestros padres cuando ya se fueron. Es una lástima, y es injusto. Pero también es cierto que nunca nadie se va del todo: el Dr. Lanata se murió hace más de treinta años y yo pienso en él casi todos los días. Películas de Gardel y olor a madreselvas. Feliz día, viejo», sentenció Jorge Lanata.

Jorge Lanata