Hace algunos días, tanto Juana Repetto como su pareja, Sebastián Graviotto y sus dos pequeños, Toribio y Belisario, regresaron a nuestro país después de disfrutar de unas vacaciones en Brasil. Luego del descanso, la hija de Reina Reech y Nicolás Repetto decidió salir a responder algunas de las preguntas de sus seguidores.
«¿De dónde sacás plata para vivir de vacaciones?», fue uno de los comentarios que recibió y al que le hizo frente sin guardarse absolutamente nada. “Me fui cinco días a Pinamar a fin de año con los chicos mientras marido trabajaba (le pagan por su trabajo, de ahí saca plata, respondiendo a tu pregunta)», apuntó la actriz e influencer.
«Ahora hicimos un viaje familiar los 5 que no habíamos podido hacer en vacaciones por motivos que me son muy afortunados y agradezco mucho poder viajar en familia, pero no siento que eso sea vivir de vacaciones. Yo la plata la saco de mi laburo, que entre otros (que también mantengo en privado) es generar contenido en mis redes, por ejemplo, respondiéndole a gente como vos», apuntó.
Sin rodeos, Juana Repetto decidió ir por más a través de las historias de su cuenta de Instagram. «Que, por supuesto, es lo menos valioso de esta cuenta pero genera movimiento igual. A la gente le gusta el bardo y ese movimiento más todo el contenido que genero para esta bella comunidad con mucho amor y dedicación hace que, en este caso, la cadena de hoteles al que fuimos nos haya invitado la estadía», lanzó.
Otra polémica
Esta no es la única crítica que ha recibido Juana en los últimos tiempos, ya que justamente antes de partir hacia Brasil junto a su familia, muchos de los cibernautas apuntaron contra el hecho de que el hijo mayor de la artista debe faltar a la escuela, teniendo en cuenta que ella fue lapidaria sobre la cuarentena por la pandemia de coronavirus que no les permitía a los chicos ir al colegio.
“¡La gente tiene caca en la cabeza! ¿Cómo van a comparar un año de pibes encerrados, ‘aprendiendo’ a través de una pantalla y sin sociabilizar, sin educación, sin contacto físico, sin juego, sin compartir, con faltar cinco días al colegio?”, reflexionó a continuación. “¿No piensan antes de escribir? ¿Qué les pasa?”, lanzó.
