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ESPECTÁCULO

Romina de Gran Hermano habló de cómo fue dejar sus hijas para entrar a la casa: «Me iba a arrepentir»

La expartcipante de la casa más famosa del país hizo referencia a uno de los grandes cuestionamientos que recibió.

Una situación realmente tensa fue la que se vivió en “LAM”, el programa que lleva adelante Ángel de Brito a través de la pantalla de América TV. Y es que después de varios meses, finalmente Romina Uhrig, exparticipante de Gran Hermano, estuvo presente en el estudio y fue consultada sobre su ingreso a la casa más famosa del país.

“Me costó un montón, pero cuando entré a la casa, lo dije en el casting, entré porque de muy chica iba a todos los castings. En Gran Hermano me había anotado a los 18 años y cuando se volvió a dar, pensé que era lo que yo tanto quería”, comenzó señalando delante de cada uno de los televidentes.

“Trabajar en los medios es lo que más me gusta, lo que amo. Por eso entré. Pero no pensé que iba a llegar tan lejos, y la cabeza me jugaba mucho, muchísimo. Cuando dije que lo hacía por mis hijas era realmente así. Lo hacía por mí y por mis nenas. Para independizarme, hacer lo que uno ama, sabía que me tiraba a la pileta”, apuntó.

Delante de cada una de las angelitas y del propio Ángel de Brito, la ex Gran Hermano fue por más. “Dos veces pensé en irme, pero la producción me contuvo y le doy las gracias. Me agarraron dos veces como ataques muy fuertes y ellos me hablaron un montón. Doy gracias porque sabía que después me iba a arrepentir”, lanzó.

“Lo que pasa es que la cabeza te juega mucho. Al no hacer nada, al estar todo el tiempo ahí adentro… Por eso siempre buscaba cosas que hacer, como cocinar y limpiar. Sabía que tenía que aguantar lo más que pudiera y que la gente decidía. Por eso también el hecho de ir a placa, porque si la gente no quería que estuviera yo me iba con mis hijas”, contó.

“También se me pasó por la cabeza pensar si valía la pena todo lo que estaba haciendo. Me iba a arrepentir si me iba porque mis hijas estaban bien, adentro te juega mucho la cabeza. Había mucha gente que estaba apoyando. Iba a defraudar a mucha gente y también a mis hijas, porque iba a bajar los brazos. Yo entré por un objetivo”, finalizó Romina.

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