Las compañías petroleras anticiparon una semana el incremento del 4,5% en los precios de sus combustibles. Los que fueron a las estaciones de servicio se encontraron hoy con la sorpresa de que el aumento de precios en las naftas acordado por el Gobierno nacional se anticipó una semana. Semanas atrás, las cámaras empresariales manifestaron que el incremento era menor al necesario, ya que proponían que sea de entre el 6 y el 7%.
Acostumbrados a que la actualización de precios acordada con el Gobierno de 4,5% mensual se aplicada cerca de la mitad del mes, los usuarios se encontraron con que los precios subieron a las cero de hoy. El incremento no fue comunicado por las petroleras pero ante la consulta de NA fue confirmado el adelantamiento del aumento correspondiente a julio.
La nueva suba de las naftas fue un acuerdo entre la Secretaría de Energía y las empresas petroleras. Los anteriores incrementos siempre fueron el 15 de cada mes, pero en esta ocasión se adelantó unos días. Se trata de la suba número 31 en lo que va de la gestión de Alberto Fernández. La encabezó YPF, con la idea de fijar un valor de referencia en el mercado y limitar a las otras empresas a que los precios no puedan dispararse. Los valores de la nafta se habían actualizado por última vez el 17 de junio.
Las petroleras apuntan que desde hace tiempo registran una pérdida de rentabilidad. Se debe, principalmente, a la inflación, la baja de consumo y el reacomodamiento de precios demasiado escasos para sus necesidades. «Indudablemente que nos tocó a todos por sorpresa. Este viernes a la noche nos llegó una notificación con que venía un aumento para todos los combustibles de un 4,5% y a nivel país, y para todas las marcas», indicó el representante de la Cámara de Estaciones de Servicio del Nordeste del país, Faruk Jaraf.
El conflicto previo con las petroleras
En el mes de junio, las principales petroleras del país se preparaban para aplicar en las próximas horas un aumento en el precio de la nafta superior al 4%. “La situación es insostenible. En noviembre, se llegó a un acuerdo para dar un sendero de precio. No obstante, se dio bajo determinadas circunstancias que ahora han cambiado y mucho”, sostenían desde las cámaras petroleras.
La última decisión del Banco Central de negarles a las petroleras el acceso a dólares oficiales para sus importaciones es otro factor que pesó en la decisión de las compañías de dar por finalizado el acuerdo. El atraso en el valor de los combustibles también golpea a los dueños de las estaciones de servicio. Deben afrontar la suba de costos a la par de la inflación y ajustes en un precio regulado muy por debajo de esos porcentajes.