El papa Francisco decidió no leer un discurso que tenía preparado este sábado en el santuario de Fátima, en Portugal, y terminó improvisando. Es la tercera vez que lo hace en su visita en territorio luso y la situación despertó dudas sobre la salud del Sumo Pontífice y un posible problema en la vista. El Vaticano, a través de su portavoz, Matteo Bruni, debió salir a aclarar el motivo del proceder del Santo Padre.
“El Papa decide cambiar su discurso como pastor ante los fieles que se encuentra delante”, explicó Bruni, quien aclaró que no se trata de un problema de visión. Añadió que en la casa parroquial de Serafina de Lisboa tampoco concluyó su mensaje porque “no había una buena iluminación” y, como el mismo Jorge Bergoglio explicó, no quería forzar la vista.
Desde su llegada a Lisboa este miércoles para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el Papa ha preferido saltarse o no leer los discursos preparados en tres ocasiones, incluido el vía crucis de este viernes, mientras que tampoco hoy leyó la oración a la Virgen que estaba prevista y en la que se esperaba una petición de paz, según EFE.
Sin embargo, Bruni subrayó que se pidió por la paz en el cuarto misterio del rosario que rezó con jóvenes enfermos y algunos reclusos y que la oración prevista la sustituyó por una avemaría. Francisco llegó en papamóvil a la explanada del santuario donde le recibieron 200.000 personas, sobre todo fieles portugueses, muchas familias que pasaron sus hijos al Pontífice para su bendición, y que habían pasado la noche aquí.
Tras rezar el rosario sentado frente a la imagen de Fátima junto a seis reclusos de varias cárceles portuguesas y 102 jóvenes enfermos, sentados en las primeras filas de la capilla donde la tradición católica indica que se produjeron las apariciones a Sor Lucia y a sus dos primos, Jacinta y Francisco, el Papa pronunció un discurso improvisado en el que pidió preguntar a la Virgen: “¿Madre, que me estás señalando a mi, qué es lo que te preocupa?”.