Realmente fuerte. Así fue lo que decidió dar a conocer nada más y nada menos que Marixa Balli, una de las panelistas de LAM, el programa que lleva adelante Ángel de Brito a través de la pantalla de América TV, y que ahora se encuentra bajo el mando de Yanina Latorre. Allí, dio detalles de lo que tuvo que vivir una de sus amigas.
«Tengo una gran amiga que fue a Paraguay, donde realizan esto, rituales de las religiones. Ella lo transcurrió y se empezó a sentir como rara, como que se le estaba por meter una entidad. Estuvo unas cinco a seis horas y se empezó a sentir rara», comenzó señalando en torno a una experiencia paranormal que vivió muy de cerca.
«Se sintió como diferente, como que no era ella. Cuando termina, se vuelve a Buenos Aires, pasan unos días y la termino viendo. Se le había incorporado una entidad. Estuvo en un lugar con gente con mucho poder, parece que ahí, una entidad se le incorporó», apuntó Marixa Balli ante la atenta mirada de cada una de sus compañeras.
«Estaba con la hermana y le dice que no está bien. Termina de decirle eso y la hermana relata que se transforma, se le cambia la personalidad y hasta el rostro. Empieza a hablar en portugués como loca. Era una chica que jamás tomó alcohol y empezó a pedir licor», sostuvo dando todos los detalles sobre un caso que la marcó para siempre.
Sin rodeos
«La hermana no entendía nada y salió corriendo. Ahora no toco el tema con ella, pero la pasó muy mal. A veces, comiendo, le bajaba la entidad de la nada. No fue un episodio, vivió durante varios años con ella. La entidad bajaba cuando quería, ella sentía cuando le bajaba», reveló Marixa Balli, quien luego volvió a referirse al respecto.
«Estuvo como cinco o seis años y sentía diez minutos antes cuando se le iba a manifestar. Nos dijeron que había que hacerle un exorcismo. Lo hace solo un obispo capacitado. Se empiezan a escuchar gritos, cosas que volaban y golpearse contra las paredes. No la podían controlar, quería sacarse al obispo de encima. Él la acerca a una ventana y hace una oración en otro idioma y de pronto se prende fuego un árbol. Ella se desmaya como media hora y ahí encontró la paz», sentenció.