Ha sabido consolidarse, sin lugar a dudas, como una de las presentadoras más importantes de la pantalla chica. Y es que Georgina Barbarossa se luce a diario en «A la Barbarossa», el ciclo que se emite a través de la pantalla de Telefe, aunque esta vez fue noticia por una noticia completamente diferente que tiene que ver con la inseguridad que azota a la Argentina.
Fue desde «Intrusos» que fueron a buscar su palabra en medio de la conmoción nacional a causa del asesinato de Morena, la nena de 11 años que estaba por ingresar a una escuela en Lanús. «Realmente un caso tristísimo. Yo pensé no tener vida para vivir esto, es una involución tan grande con la cultura del país, nadie se ha ocupado de nada…», comenzó señalando.
«Pasaron más de 20 años. Fue en el 2001, Florchu, sinceramente no puedo creer. La tristeza que me provoca, ayer vi tu indignación y tu dolor. Ya ni me indigna, me da tristeza. Veo que hay tres generaciones de chicos diezmados por las drogas, que no tienen la cultura del trabajo y nadie se ocupó de ellos. Los políticos no hacen nada. No estoy hablando de ningún partido político», aclaró Georgina Barbarossa.
«El sistema judicial es un desastre, la gente sabe que entran por un lado y salen por el otro. Las leyes están perimidas, son de la época de la dictadura. Se ha modificado un poco con el caso Blumberg. Hay que modificar el Código Procesal Penal, y a los jueces no les importa… viven un mundo aparte», aclaró la comunicadora en el móvil.
«Un caso tristísimo. Esa nenita que iba al colegio, que quería estudiar abogacía. Ya ni siquiera pueden ir al colegio tranquilos. ¿A vos te parece? Las madres tienen miedo de llevar a los chicos al colegio. Nadie garantiza nada porque no les importa. Ayer todos se borraron, dijeron ‘no, mejor vamos a guardar…’, claro, porque es un papelón», lanzó.
Su peor recuerdo
Fue allí cuando habló del asesinato de su marido. «Acá en Palermo, con Vasco habíamos salido porque habían matado a un chico que vendía cosas de computación y cibernética. Salimos todos los vecinos y nos reunimos en el garaje en frente de mi casa, en calle Costa Rica. Y a los pocos días estaba yo pidiendo por Vasco. No lo puedo creer, que aún hoy continúe esto sin que a nadie le importe nada», sostuvo.
«A nosotros nos arruinaron la vida. Los largaron antes de tiempo por buena conducta (a los autores del crimen), no quiero hablar del tema porque me amargo. Señores, hagan algo con la gente pero ustedes saben dónde están. Modifiquen las leyes, eso es fundamental, tienen que trabajar para nosotros que les pagamos el sueldo y aplicar las leyes. Yo pedía educación para un chico de 14 años pero ahora lamentablemente pido cárcel, finalizó.
