Mucha preocupación fue la que se vivió hace algunas semanas, cuando salió a la luz la noticia de la internación de Guille Barrios, el reconocido periodista de espectáculos que forma parte de Gossip. Después de estar al borde de la muerte por una neumonía que complicó su salud, el comunicador habló en América TV.
Fue en «A la Tarde», el programa que lleva adelante Karina Mazzocco, donde contó absolutamente todo. «Tuve una neumonía bilateral. Perdón, pero es un tema muy frágil… El 15 de julio sufrí tres infartos. Estuve prácticamente muerto, la pasé muy mal. Por eso recalco el tema de la salud», comenzó manifestando sin tapujos.
«Una internación tan complicada como fue en mi caso, después de haber estado del otro lado, porque realmente estuve del otro lado, es como que te cambia todas las prioridades. Ves la vida de otra manera. Tenés una segunda oportunidad. Por eso cada cosa que me pasa en la vida la agradezco como si fuese un milagro, porque estar acá es un milagro», aseveró Guille Barrios.
Ante la mirada atenta de cada uno de los integrantes de América TV, fue por más. «Fue tan imprevisto, nadie se lo veía venir. Ni siquiera yo. Entré el jueves previo a ese sábado con un dolor en la espalda, ingreso con unas líneas de fiebre, ese mismo día comienzo con vómitos y mucho dolor en la espalda. Es por eso que mi pareja me insistió: ‘Vamos al Finochietto’», sostuvo sobre lo que vivenció. «Me levanto después de la terapia intensiva, después del coma inducido y lo primero que hice fue arrancarme el respirador», señaló.
Lo que aprendió
“Lo importante es la salud. A los 45 años lo aprendí de prepo. Y el volver a vivir primero, que es un estado de dar gracias constantes. Fue una experiencia muy traumática. A veces me pasa que cierro los ojos a la noche y tengo miedo de no despertarme de vuelta. Yo no era un hombre de fe, no creía mucho en algo que no se podía ver. El martes me veo a mí mismo en un lugar que no era un túnel», aclaró.
«Era un lugar blanco, como cuando tenés la luz expuesta, como un foco, donde todo es muy definido y muy luminoso. Bueno, veo a mi viejo, con el que tengo una relación muy tirante, muy fea. Él falleció en la época del Covid, que se fue de repente y no lo pude despedir y me hace así. Yo levanto el pulgar y después veo a un amigo que se suicidó. Y lo veo radiante, espléndido, y me hace este gesto (de que vuelva). Era un ‘seguí de largo’. Y de golpe escucho la voz de Ramiro y a partir de ahí yo ya vivo. Ahí abrí los ojos», concluyó.
