El presidente Santiago Peña se refirió al impacto de la crisis económica argentina en Paraguay y también justificó las últimas medidas en venganza por el cobro del peaje en el tramo Confluencia-Santa Fe de la hidrovía. «El desbalance económico de Argentina tiene un enorme impacto en el Paraguay. El tipo de cambio diferencial alienta el ingreso de mercaderías de contrabando», expresó.
«Tenemos que hacer un esfuerzo enorme para cuidar nuestras fronteras. Por la falta de dólares no se están pudiendo hacer los pagos en la Entidad Binacional Yacyretá, y en otros temas que imposibilitan un comercio más fluido como socios del Mercosur», expresó el flamante mandatario en el programa de Luis Majul en LN+. Peña sostuvo que tiene un «cariño enorme» por Argentina.
«Lo único que quiero es colaborar y tener una relación fluida. Pero estos recursos que Paraguay no está recibiendo, que están siendo adeudados por el Tesoro argentino, es dinero que tiene que ser distribuido a las gobernaciones», aseguró el presidente, pese a que los recursos para los gobiernos departamentales y municipales provienen de distintas fuentes, desde Fonacide y royalties hasta impuestos como el IVA.
Se refería a las medidas adoptadas el pasado viernes contra Argentina para golpearle, principalmente, en el ámbito energético. «Paraguay históricamente retira muy poca energía de Yacyretá como un gesto, para que la Argentina pueda tener mayor disponibilidad, sabiendo que tiene un déficit energético muy grande. El viernes tomamos la decisión de retirar el 100% de la energía disponible para Paraguay y eso generó un costo para la Argentina, que tuvo que salir a buscar energía de otro sistema», apuntó.
Con la decisión de retirar la energía que produce Paraguay en Yacyretá, el gobierno de Peña ya consiguió que la secretaria argentina de Energía, Flavia Royon, pidiera una reunión con el canciller Rubén Ramírez Lezcano, prevista para este lunes al mediodía. Pero no fue la única iniciativa del Ejecutivo paraguayo.
Sin apoyo para el FMI
Además, Peña confirmó que su país entorpecerá cualquier tipo de acuerdo para concretar un nuevo desembolso del FMI que alivie la situación económica argentina. Sin advertir la contradicción en la que caía su estrategia de presión, el mandatario se enfocó en el apoyo conseguido por Paraguay entre los países del tratado de la hidrovía y el arbitraje ante el Mercosur para tumbar el peaje que Argentina cobra a las embarcaciones provenientes de Paraguay.
«Hay un tratado internacional que firmamos cinco países, Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay y Bolivia. En ese tratado garantizamos la libre navegabilidad y el comercio a través de la hidrovía. El peaje puede ser una opción, pero para que haya un cobro de un peaje tiene que haber un acuerdo de los cinco países. Desde el año 2022, la Argentina viene aplicando una medida unilateral que es rechazada por los otros cuatro países», indicó.
Finalmente, el presidente reconoció que «la hidrovía es un canal de comunicación fundamental para el comercio que sale e ingrese de Paraguay». Pese a mostrar una buena predisposición al diálogo, con Lezcano reuniéndose con el embajador Domingo Peppo y la secretaria de Energía en un lapso de pocos días, sus medidas parecen indicar que se prepara para un conflicto largo con Argentina, o al menos hasta después de las elecciones del 22 de octubre.