La inflación es el gran fenómeno económico que Sergio Massa no pudo controlar desde su llegada al Ministerio de Economía. Prometió que el incremento del IPC comience con 4 pero el último dato fue del 12,4% y así quedó como el registro más alto en este asunto desde la década del 90′. A pesar de esto, Gabriel Rubinstein sostuvo está «cediendo» el aumento de precios.
El secretario de Política Económica indicó que en la semana que comprende del 4 al 10 de septiembre fue de 2,1%, en línea con los valores previos a la devaluación. A su vez, del 28 de agosto al 3 de septiembre, la suba de precios había sido de 2,5%. Tomando estos datos, el dirigente oficialista remarcó que hay mejorías en la economía más allá de las malas proyecciones privadas.
«Luego de un pico de inflación semanal estimado del 4,8% en la tercera semana de agosto, registro muy influenciado por la devaluación del día 14 de agosto, la inflación semanal fue cediendo«, señaló la dependencia a cargo de Rubinstein. «Si bien el valor semanal sigue siendo muy alto (2,1%), se encuentra ya bastante más en línea con valores previos a la devaluación del mes de agosto», agregaron.
Además, en el Palacio de Hacienda estiman «que los registros semanales de inflación acentúen y consoliden su tendencia a la baja en las próximas mediciones. En adelante, esperamos una significativa reducción de las tasas de inflación, lo cual podrá evidenciarse en las mediciones de las tasas semanales de inflación», añadieron en la entidad, según NA.
Las malas proyecciones
Si bien este es el balance que hacen en el Gobierno, es evidente que nada de eso está sucediendo porque las consultoras privadas adelantaron que la inflación de septiembre será de dos dígitos también. Eso ya representa una importante variación previa a las elecciones presidenciales que, incluso, podría ser más alta que la registrada durante agosto.
