Alfredo Leuco suele referirse a personalidades que forman parte de la historia del país en sus editoriales radiales. Por ejemplo, en una emisión reciente de su programa en Radio Mitre, el comunicador homenajeó al cantante y compositor salteño conocido como el Cuchi Leguizamon y repasó su historia.
“No me canso de repetirlo y recordarlo todos los años. Ojalá que el talento del Cuchi Leguizamón nos ilumine desde el cielo”, empezó diciendo Alfredo Leuco a modo de introducción. “Estamos tan saturados del autoritarismo, la corrupción, el fracaso del gobierno en todos los planos y la hecatombe económica que, por momentos, nos invade cierta oscuridad por la falta de esperanza”, añadió.
Y remarcó: “Por eso, tal vez el Cuchi, tan solidario siempre, nos pueda prestar su luz hasta que salgamos del túnel. Por otro lado, el comunicador manifestó: “El Cuchi nos honró el corazón y llenó nuestras neuronas con su talento de bagualas y lamentos. Todavía nos sentimos un poco huérfanos del Cuchi. Pero por suerte está su obra y sigue brillando”.
Por otro lado, Alfredo Leuco remarcó algo que considera un atributo que definió a Leguizamón: “Fue el que provocaba a los conservadores de toda laya con su filosa ironía. Nos despertaba con sus sonoras carcajadas endiabladas, como sus ojos, como las aristas de su cara y su barba”.
“El Cuchi fue uno de los defensores del pobrerío salteño. Era un duende genial que aparecía mágicamente donde se lo necesitaba. Un aristócrata pariente del general Arenales y bisnieto de una criolla que luchó al lado de los corajudos y las corajudas de Martín Miguel de Güemes”, agregó.
El legado
“Se pasó la vida desafiando lo previsible. Levantó polémicas a cada rato con su ingenio y sus definiciones para sorprender como si fuera un Borges de la música de Salta. Tenía una impronta borgiana de verdad, en su aspecto señorial y oligarca, en sus bibliotecas y laberintos armónicos que dinamitaban las rutinas. Y algo mágico que quiero contarle: compuso un tema en sociedad con Jorge Luis Borges. Nosotros también lo lloramos y lo extrañamos. En el vino que lo duerme/ Dormido llora su pago”, dijo Alfredo Leuco a modo de conclusión.