Ha sabido hacer su propio camino en el mundo del espectáculo de nuestro país, más allá de la gran fama de sus padres, Araceli González y Adrián Suar. Y es que Toto Kirzner logró ganarse el cariño de gente, mucha de la cual hoy lo sigue en Buenos Chicos, la novela que se emite a través de la pantalla de Canal Trece.
En la últimas horas estuvo invitado en «Almorzando con Juana», el ciclo de Juana Viale, donde habló de un hobbie desconocido y sorprendió a todos al momento de contar lo que vivió. «Me encanta la biología marina, y en un momento dije ‘bueno, quizá soy biólogo marino’, pero me tironeó más el teatro. Empecé a ir a clases con Nora Moseinco y me quedé con eso», aclaró.
«Pero lo de la biología marina lo tengo como hobby, es una cosa personal de investigación y de ver documentales. Es algo que me sigue gustando al día de hoy, y quizá en algún momento haga algo al respecto», comenzó diciendo. «Desde hace dos años tengo el carnet de buzo, yo ya lo tengo y ahora lo que quiero hacer es ir subiendo de niveles. Ya estoy en mar abierto de aguas internacionales», aseveró Toto Kirzner delante de cada uno de los televidentes que siguen el formato que se emite en la señal del solcito.
Nadie lo podía creer
Fue en ese momento cuando reveló lo que vivió. «Una vez estábamos buceando hace dos años en una de las boyas que hay en Estados Unidos, y en la anteúltima nos metimos a mar abierto, había tiburones, y dije ‘me puedo encontrar con eso o no’. Me iba a meter sin cámara, y un tipo que estaba ahí me prestó la suya», comentó.
«En un momento, de la nada, un compañero mío empieza a subir y se aproximó a la superficie. Cuando lo empezamos a seguir y salimos de las piedras, vimos que arriba había como siete tiburones. Estaban apareándose. No lo podía creer. Me empezó a generar gracia, pero de los nervios. Subí, y en un momento es como que me separo de mis compañeros y quedo del otro lado del círculo de tiburones. Cuando empecé a sacar la cámara, un tiburón muy tranquilo me vio y le llamé la atención. Me encaró con la boca abierta», dijo Toto.
«Si bien había una parte racional mía que decía ‘no creo que pase nada’, es mano a mano con un animal salvaje. Me empezó a agarrar un miedo existencial de decir ‘quizá la quedo ahora’. Yo dejé que venga, me tocó el hombro con la nariz y se fue», finalizó el actor sin filtros ni tapujos.