Este miércoles, dos acusados por las estafas con la extracción de dinero con tarjetas de débito de supuestos empleados de la Legislatura de la provincia de Buenos Aires se entregaron ante el juez penal de La Plata, Guillermo Atencio, quien el martes había ordenado sus detenciones.
Se trata de Claudio y Facundo Albini, quienes se presentaron en una dependencia de la Policía Bonaerense. En la causa está detenido con prisión preventiva Julio «Chocolate» Rigau, quien fue sorprendido cuando extraía dinero con unas 80 tarjetas de débito de un cajero automático y lo colocaba en una bolsa de plástico negra.
El juez dispuso, además, la detención de varios de los titulares de esas tarjetas de débito. Las indagatorias de los Albini será recién el próximo jueves, pues la fiscal tiene que preparar las imputaciones que se les hará saber en la audiencia, que en principio es por los delitos de estafas reiteradas y asociación ilícita, la última acusación entablada por la fiscal en un nuevo requerimiento presentado ante el juez Atencio.
Los Albini se vieron comprometidos cuando se peritó y abrió el teléfono de Rigau donde aparecieron mensajes con Facundo, pero también otras conversaciones en las que hacían referencia a la rendición de dinero ante Claudio, persona clave en el área de personal de la Legislatura Bonaerense. Tras presentarse en la DDI de La Plata, los abogados analizan los pasos a seguir sobre la audiencia que les tomará a los Albini la fiscalía.
Por lo pronto, junto con los Albini, hay otras nueve personas detenidas, quienes son titulares de las tarjetas de débito de cobro mensual de la Legislatura Bonaerense, la cual era utilizada por Rigau para extraer fondos en distintos cajeros automáticos de la Ciudad de La Plata.
Los Albini son los jefes políticos de Rigau y el teléfono de éste último daba cuentas de una serie de mensajes que recibió por parte de Facundo, donde le reprochaba que no apareciera y le pagaba 200 mil pesos por mes. En lo que respecta a Claudio, sobre él todo el tiempo «Chocolate» hacía referencia cuando hablaba con los titulares de las tarjetas, para la extracción de dinero y la rendición posterior ante él.